El PP se asegura el bloqueo de reformas constitucionales

Si el PP logra formar Gobierno con minoría en el Congreso podrá aplicar el artículo 155 de la Constitución que permite suspender competencias autonómicas porque tendrá mayoría absoluta en el Senado. Si pasa a la oposición, podrá utilizar la Cámara alta como instrumento de oposición y, en todo caso, con ese control del Senado tiene garantizado poder bloquear cualquier reforma constitucional. Es decir, el PSOE no puede pactar ninguna reforma de la Ley Fundamental con otros partidos sin contar con el respaldo del PP.

El Senado, la Cámara que los cuatro principales partidos quieren reformar y alguno de ellos cerrar, puede tener esta legislatura una papel destacado e inesperado. El PP ha obtenido mayoría absoluta en la Cámara alta en un momento en el que el Congreso, el que decide la investidura del presidente del Gobierno y tiene la última palabra legislativa, está más fragmentado. Es decir, habrá mayorías diferentes.

No sería la primera vez que ocurre eso en democracia, motivado por la distribución de escaños por provincia, pero sí es la ocasión en que más se agudiza por la situación especial del Congreso. Ocurrió en la última legislatura de Felipe González y en la segunda de José Luis Rodríguez Zapatero, porque el sistema de elección en esta Cámara suele favorecer al PP. A González, el entonces portavoz del PP en el Senado, Alberto Ruiz-Gallardón, le provocó un quebradero de cabeza con una comisión de investigación sobre los GAL y a Zapatero le rechazaron los Presupuestos.

La Constitución establece que la decisión última en el proceso legislativo es del Congreso. Es decir, que si en el Senado se modifica un proyecto de ley o se rechaza, como ocurrió con los Presupuestos citados, vuelven al Congreso y se deshace lo decidido en la Cámara alta. Pero si, por ejemplo, hubiera un Gobierno sin el PP, los populares podrían ralentizar leyes en el Senado. El Ejecutivo tendría que renunciar a un recurso legislativo habitual como es poder introducir enmiendas de última hora en el Senado.

Esa mayoría absoluta en el Senado hace que, según el artículo 167 de la Constitución, no sea posible ninguna reforma de la Ley Fundamental sin la mayoría absoluta de la Cámara alta. Es decir, el PSOE no puede pactar ninguna reforma de la Constitución sin el PP. Además, el artículo 76 asegura que “el Congreso y el Senado, y, en su caso, ambas Cámaras conjuntamente, podrán nombrar comisiones de investigación sobre cualquier asunto de interés público”. En esas circunstancias, el PP podría forzar una comisión de investigación sobre un asunto que afectara al Gobierno, sin que ninguno de sus socios pudiera impedirlo.

En la función de control al Gobierno, el Senado con mayoría absoluta del PP tendría capacidad para forzar comparecencias de miembros del Gobierno.

En la situación contraria, es decir, que el PP pueda gobernar con minoría en el Congreso, el hecho de tener mayoría en el Senado le proporcionaría tranquilidad política y herramientas ejecutivas. Eso se traduciría en poder bloquear iniciativas de la oposición en el Senado o poder utilizar la Cámara alta como altavoz político. Otro efecto importante es que la aplicación del artículo 155 que permite suspender competencias autonómicas la decide el Senado por mayoría absoluta. Si un Gobierno del PP, con minoría en el Congreso, quiere aplicarlo en Cataluña podrá hacerlo sin ningún obstáculo de aritmética parlamentaria. Y en el senado se eligen miembros del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, del Consejo de RTVE y de multitud de instituciones.