Rajoy, Rivera e Iglesias intentan reforzar sus posiciones en Alicante

Alicante se ha convertido en una circunscripción electoral clave para los principales partidos políticos. Los 12 escaños a repartir —que la convierten en una de las cinco circunscripciones con más diputados— y el desgaste sufrido por el PP con los escándalos de corrupción han convertido la pugna electoral en esta provincia en una de las más abiertas de los últimos años. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los candidatos de Ciudadanos, Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias, coincidieron este viernes en Alicante para reforzar las posiciones de sus partidos en el ecuador de la campaña electoral.

Rajoy, sabedor de que Iglesias y Rivera intentarían desgastar al PP por el flanco de la corrupción, acudió a Orihuela. Un municipio de los pocos que el PP todavía gobierna en la Comunidad Valenciana tras las últimas municipales. Y ello, pese a que varios exalcaldes están imputados o han sido ya condenados por corrupción. En esta localidad, el presidente del Gobierno evitó hablar de corrupción y aseguró que el PP, que logró ocho escaños en la provincia en 2011, es un partido serio que ha sido capaz de hacer frente a la grave crisis económica.

“El PP concurre para ganar y para gobernar y no para [formar parte de] un tripartito”, indicó Rajoy, que defendió “que sea investido el que gane las elecciones porque eso es lo que quiere la gente”. Por su parte, Rivera, en el auditorio del Palacio de Congresos de Alicante, apeló a los valencianos a “quitarse de encima todos los lastres y las etiquetas” de la corrupción y el despilfarro de los años de gobierno del PP. “Alicante merece quitarse todas esas etiquetas y volver a levantarse sin recurrir a socialistas y nacionalistas”, remachó.

Iglesias también puso el foco sobre la gestión de Rajoy: “Las fuerzas del cambio han demostrado que hay una alternativa a la corrupción. Podemos ganar y podemos gobernar mejor que el PP”.