El poder del PP se tambalea en el nuevo pueblo dormitorio
Cuarte de Huerva (Zaragoza) es el muncipio español que más ha aumentado su población desde 2001
En Cuarte de Huerva, si te cruzas con alguien por la calle, casi seguro que “va empujando un carrito de bebé o montando en bici”. Es una exageración, claro, una broma con la que una de sus vecinas —Helena Robert, de 32 años— trata de describir este municipio pegado a la ciudad de Zaragoza, hecho en la última década de gente que buscaba un lugar donde tener una casa más grande, quizá un chalé adosado, con cierta tranquilidad para criar a sus hijos, con unos servicios, unos espacios abiertos… En fin, unas condiciones de vida que no podría alcanzar en una urbe que sigue estando muy cerca, lo suficiente como para poder ir a trabajar cada día.
La historia no es nueva, es lo que toda la vida se ha llamado ciudades dormitorio o zonas residenciales metropolitanas. Pero Cuarte es especial, primero, porque tiene el récord español de crecimiento relativo: ha multiplicado su población por más de 10 en los últimos 15 años, hasta llegar las 12.578 personas censadas. “Calculo que sin censar hay otras 2.500”, asegura Jesús Pérez, el alcalde.
Pérez, del Partido Aragonés (PAR), lleva en el cargo desde 1987, lo cual puede dar una imagen equivocada de este pueblo donde en las últimas elecciones autonómicas votó casi tanta gente al PP (24,8%) como a Podemos (22,29%); el tercer partido fue Ciudadanos (16%). Aunque siguen a la cabeza, los populares perdieron nada menos que 20 puntos con respecto a 2011 y 5,13 respecto a 2007, unas caídas superiores a las que sufrió en el conjunto de Zaragoza y de todo Aragón.
Cuarte es en uno de los municipios más jóvenes de España (32 años de media), con una tasa de natalidad muy por encima de la media: casi 30 nacimientos por cada 1.000 habitantes frente a 9,14. El alcalde asegura que la gente llegó atraída por “unas buenas infraestructuras” (deportivas, médicas, de guarderías) y que el secreto fue ir construyéndolas según entraba el dinero por las licencias de obra, antes de que llegaran los nuevos vecinos.
Un municipio de chalés
Y lo cierto es que entró mucho dinero porque se construyó muchísimo: entre 2000 y 2006 se pasó de 216 a 397 hectáreas de trama urbana. Los pisos y, sobre todo, los chalés, se multiplicaron hasta esconder aquel pequeño casco antiguo de casas viejas que rodean el monte de la ribera del Río Huerva. “En Cuarte, el 63% de las viviendas son de una o dos plantas; en Zaragoza, solo es el 9%”, destaca el profesor de la Universidad de Zaragoza y vicepresidente de la Asociación Europea de Geografía Eurogeo, Rafael de Miguel.
El proceso tampoco es ni mucho menos exclusivo de este municipio zaragozano, pero, de nuevo, tiene aquí un matiz especial porque Cuarte es un representante destacado de la última hornada de pueblos dormitorio, la de los nacidos al calor del bum inmobiliario. Estas ciudades residenciales existen desde los años setenta alrededor de grandes urbes como Madrid o Barcelona, pero hace poco más de una década los precios alcanzaron niveles tan absurdos en todas partes, que empezaron a surgir estos pueblos junto a capitales de provincia que hasta entonces no los habían conocido.
Cuarte es un ejemplo, pero al profesor de la UNED Julio López-Davalillo le vienen a la cabeza Arroyo de la Encomienda (a 17 kilómetros de Valladolid, ha pasado de 4.588 habitantes en 2001 a 17.572) o Villaquilambre (a 9 kilómetros de León, de 9.772 a 18.456). Y, al repasar la lista de los municipios que más han crecido desde 2001, salen algunos más: Alovera, pegado a Guadalajara; Carbajosa de la Sagrada, a Salamanca; o Lardero, a Logroño.
José Manuel Trujillo, experto en análisis electoral de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, no se atreve a establecer correspondencias entre ellos, más allá de, quizá, volatilidad en el voto (propia de los jóvenes) y mayor abstención, que suele ir aumentando a medida que crece el municipio.
La pegada emergente
Sin embargo, si uno se fija en cómo han votado esos pueblos en las últimas autonómicas, hay un claro punto en común: menos en el caso de Villaquilambre, en todos los demás el descalabro del PP ha sido mayor que la media de sus respectivas provincias y comunidades autónomas: 22 puntos en Arroyo de la Encomienda frente a los 14,45 de la provincia de Valladolid; 21 frente a 10 en Alovera; 26 frente a 15 en Carbajosa; 19 frente a 13 en Lardero; y 20 frente a 13 en Cuarte.
Esto, por una parte, da la medida de qué le puede pasar al PP en unas circunstancias muy adversas, donde además, “las viviendas han perdido todavía más valor que en la ciudad de Zaragoza”, apunta Rafael de Miguel. Una buena cantidad de chalés vacíos a la entrada de Cuarte y algún esqueleto de edificio abandonado en el centro recuerdan a los vecinos aquellos excesos que hoy están pagando en forma de devaluación.
Al analista de Metroscopia Francisco Camas-García lo que más le llama la atención es “la transversalidad de Ciudadanos y Podemos”, es decir, su pegada en estos pueblos medianos y pequeños que, en principio, se les resistían. De hecho, en todos los municipios analizados son segunda, tercera o cuarta fuerza en las autonómicas, con números muy altos en algunos casos; si Podemos obtuvo un 22,29% en Cuarte, Ciudadanos llegó al 19,57% en Arroyo de la Encomienda y al 23,7% en Carbajosa. “Estos pueblos pueden ser clave el 20-D para conseguir un diputado en cada circunscripción”, asegura Camas-García.
Localismos electorales
Sobre las elecciones locales actúan a veces fuerzas distintas a las del resto de comicios. En el caso de Cuarte de Huerva, por ejemplo, así lo demuestra Jesús Pérez, que lleva casi tres décadas al frente del Ayuntamiento, aunque esta última vez perdió la mayoría absoluta y tuvo que contar con el apoyo del PP. Para explicarlo, “se suele aludir a factores como la percepción del liderazgo local, la articulación de formaciones políticas independientes localistas o, en general, aspectos vinculados a la gestión política municipal”, señala el profesor de la Pablo de Olavide José Manuel Trujillo. En nuestra lista de nuevos pueblos residenciales, hay también ejemplos de partidos independientes que han ganado los tres últimos comicios a la alcaldía (Arroyo de la Encomienda) o fueron los más votados hace unos pocos meses (Alovera).
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