Iglesias afronta una rebelión en Andalucía en vísperas del 20-D
Mientras las bases del partido rechazan el diseño de las listas, Teresa Rodríguez recuerda que "ahora es el momento de la campaña"
La dirección de Podemos afronta la campaña electoral con un serio problema de poder territorial en algunas comunidades. En el último mes y medio han dimitido las cúpulas en Cataluña y en Euskadi, pero ahora el principal foco de la rebelión interna está en Andalucía, donde la formación cuenta con tener uno de sus principales caladeros de votos. Aunque Teresa Rodríguez, líder autonómica encuadrada en el sector crítico, prefiere mantener un perfil bajo hasta el 20-D, bases y cargos intermedios se revuelven contra la confección de las listas.
Amplios sectores de los simpatizantes de Podemos en Andalucía han rescatado su grito de protesta, pero contra su propia dirección nacional. “No nos representan”. Es el mensaje de círculos de Sevilla, Córdoba, Almería, Málaga y Jaén tras la elección de candidatos al Congreso en las próximas elecciones generales. El líder malagueño de Podemos, José Vargas, revalidó ayer su cargo tras ponerlo a disposición de la asamblea local ante la “derechización” del partido, lo que supone un claro mensaje de respaldo de sus bases frente a la cúpula nacional.
"Ahora es el momento de la campaña"
La líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha sido desde el nacimiento de la formación una de las dirigentes más críticas con la dirección nacional. La secretaria general autonómica admite, en conversación con EL PAÍS, la existencia del malestar en las bases, pero es consciente de la importancia de estas elecciones. Por tanto, de momento, antepone el objetivo principal: el 20-D. “Ahora es momento de campaña”, que se iniciará precisamente en Andalucía, en Cádiz, el 4 de diciembre.
Rodríguez explica que ella se posicionó contra el modelo de elaboración de listas y advirtió de los efectos que tendría la imposición de candidatos a las bases. Pero ahora, cree que es el momento de “luchar contra el bipartidismo” y volcarse en las elecciones. Después cree que será el momento para analizar y revisar porque sigue creyendo que el fundamento de Podemos son sus bases, los círculos, a los que hay que devolver protagonismo. El pulso entre líderes queda aplazado al 21 de diciembre.
El abismo ya existente entre la organización estatal y la andaluza se ha abierto aún más. La espoleta la activó el propio secretario de Organización y número uno por Sevilla, Sergio Pascual, en una entrevista en EL PAÍS. Teresa Rodríguez, nacida políticamente en las manifestaciones contra las bases militares y en defensa de la enseñanza pública, se desayunó con declaraciones de Pascual advirtiendo de que Podemos no “cambiaría ni una coma” de los acuerdos internacionales.
Ninguno de los 15 parlamentarios de la formación en Andalucía acudió ayer a la reunión de diputados autonómicos convocada en Madrid para llamar al cierre de filas ante la campaña. “Están aquí compañeros de todas las autonomías, salvo en el caso de Andalucía, porque la compañera que tenía que venir, Esperanza Gómez, tiene que presentar en Andalucía una ley de atención temprana para niños con discapacidad, por lo que va a entrar por Skype”, afirmó Íñigo Errejón. El número dos de Podemos minimizó las críticas a la opacidad del reparto de los cabezas de lista, y enfatizó que el partido “tiene constituidas las listas después de un proceso participado y regulado”.
Imposiciones
A pesar de eso, en Sevilla Podemos incorporó al constitucionalista y colaborador del PSOE Javier Pérez Royo, que hace una semana se retiró tras una reacción negativa de las bases. En vez de sustituirlo por alguien de las listas de primarias, la dirección fichó como número tres por esa provincia al excoordinador de IU Luis Carlos Rejón, un cordobés artífice del acuerdo con el PP contra el socialista Manuel Chaves entre 1994 y 1996, conocido como “la pinza”. Esta circunstancia llevó al PSOE a sospechar de un pacto entre PP y Podemos en Andalucía.
La propia Rodríguez firmó la semana pasada un comunicado contra la designación por parte de la dirección nacional de Marta Domínguez como cabeza de lista por Córdoba, relegando así al candidato de las bases de la circunscripción, el profesor de derecho Antonio Manuel Rodríguez. En Almería, la dirección nacional asignó el primer puesto al abogado David Bravo, quien ha ejercido su actividad en Sevilla. También la dirección de Jaén criticó la designación como candidato de Andrés Bódalo, condenado a tres años y medio por agresión a un edil socialista. El propio Pablo Iglesias le defendió, justificando los tipos penales que se le imputan —desórdenes y atentado a la autoridad— como delitos que “casi siempre se aplican a gente que participa en manifestaciones”.
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