Alba Rico lamenta: “Nadie quiere la democratización del mundo árabe”

Santiago Alba Rico (Madrid, 1960) se incorporó a la candidatura de Podemos tres días antes de los atentados de París. Desde esa noche, este filósofo y experto en el mundo árabe se convirtió en uno de los principales asesores de la formación en esa materia. Alba Rico es simpatizante del partido que lidera Pablo Iglesias desde sus inicios —firmó el primer manifiesto de enero de 2014— , aunque lleva cerca de 20 años viviendo en Túnez. Allí ha profundizado en el estudio de la situación de esa región, sobre la que ha publicado ensayos y varios libros.

La noche del viernes 13 de noviembre sintió “un horror infinito” que, en su opinión, demuestra que nos encontramos ante “una revolución negativa”. También reflexionó, según relata en una conversación con EL PAÍS, sobre ese “doble miedo” de los ciudadanos musulmanes de Francia, España o Alemania, que se enfrentan al “miedo al ISIS y al miedo a la islamofobia, que es un medio de presión que utiliza el Estado Islámico para reclutar a gente sobre todo en las banlieues, (suburbios o barrios marginales en francés) donde ser musulmán no es fácil”. Pensó “en el miedo de los refugiados y en el miedo de los sirios”, las primeras víctimas, señala, del Estado Islámico. Alba Rico defiende la propuesta de Podemos para hacer frente al ISIS, que contempla siete objetivos y que busca cortar las vías de financiación del terrorismo yihadista, y critica con dureza la que considera la “reacción utilitaria y electoralista” y “los pactos resultones” de PP, PSOE y Ciudadanos.

En su opinión, “no puede haber una solución militar” al conflicto si no se establece una “condición previa” como atajar el flujo del dinero y, por ejemplo, las donaciones privadas que provienen de Arabia Saudí, “que es un aliado de España y de Europa”. “Nadie”, según su análisis, “quiere la democratización del mundo árabe, ni Israel ni Arabia Saudí, ni los enemigos de Israel y de Arabia Saudí: Irán y sus aliados, Rusia, y desde luego Bachar el Asad”, actual presidente de Siria.

Alba Rico recuerda “la oportunidad fallida” de las revoluciones árabes de 2011. “Gramsci —filósofo e intelectual antifascista italiano— decía que el fascismo siempre es el resultado de una revolución fallida”, reflexiona. “Yo creo que estas tres fuerzas, las dictaduras locales, las intervenciones extranjeras, con 11 países bombardeando Siria, y finalmente la respuesta yihadista han vuelto como consecuencia” de esa situación.

Este filósofo cree que la responsabilidad de la formación emergente, a la que califica como “una especie de profilaxis, de vacuna un poco excepcional frente a las políticas de austeridad”, es también esa a escala internacional. Esto es, tratar de promover un cambio que describe con una imagen: “Una cuña que Podemos ha metido en una puerta que la corriente está a punto de cerrar de golpe y esa puerta debe quedar abierta para el cambio”. “Cuando hablamos del cambio”, precisa, “yo que provengo de la izquierda marxista no estoy pensando ni en nacionalizar los bancos ni siquiera en salirnos de la OTAN, estoy pensando más bien en proteger y en profundizar la democracia que en este contexto está seriamente amenazada”.

Alba Rico, que en los ochenta fue guionista del programa de TVE La bola de cristal, considera que ahora sería impensable una emisión rupturista de esas características. Concurrirá en las listas al Senado por la provincia de Ávila, una tierra a la que siempre ha regresado, porque “debería ser un derecho constitucional tener un pueblo, y uno pertenece a los sitios a los que vuelve”.