Juncker desaconsejó a Rajoy que adelantara los Presupuestos
El presidente de la Comisión Europea instó al presidente español a que no anticipara las cuentas públicas para evitar la politización del proceso
España corrió riesgos innecesarios con la presentación anticipada de los Presupuestos de 2016. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, desaconsejó personalmente a Rajoy que adelantara las cuentas públicas para evitar la excesiva politización del proceso de vigilancia presupuestaria por parte de Bruselas, que ha emitido una opinión negativa al respecto y piensa que España incumplirá el déficit. La Comisión, pese a todo, cree que España se ha hecho acreedora a los mismos niveles de flexibilidad que países como Francia.
Mariano Rajoy inició la legislatura retrasando la presentación de los Presupuestos como baza para las elecciones andaluzas, lo que provocó serios problemas con Bruselas. Y la cierra adelantando la aprobación de las cuentas públicas como baza electoral, lo que ha vuelto a suscitar un episodio de tensión que pudo haberse evitado. El jefe del brazo ejecutivo de la Unión, el socialcristiano Jean-Claude Juncker, advirtió personalmente al Gobierno español del riesgo de politización del proceso de vigilancia presupuestaria si España adelantaba la presentación del proyecto de Presupuestos, según explicaron a EL PAÍS fuentes comunitarias y confirmaron fuentes españolas. Bruselas emitió finalmente una opinión negativa, tras un proceso que ha provocado un enfrentamiento entre el comisario Pierre Moscovici y el Ejecutivo español, apoyado por Alemania.
“España captó toda la atención de forma innecesaria al presentar en solitario sus Presupuestos, a pesar de que la Comisión Europea avisó del riesgo de politización”, según fuentes europeas. “Fue un error de Moscovici airear sus dudas cuando la opinión aún no estaba cerrada. Pero también fue problemático que España adelantara la presentación porque eso ha politizado todo el procedimiento”, explicaron las mismas fuentes.
Flexibilidad a la francesa
El sainete con las cuentas públicas españolas ha alcanzado la categoría de tragicomedia en Bruselas. El comisario Moscovici —socialdemócrata francés— hizo pública la opinión negativa de la Comisión en un tono visiblemente airado antes incluso de que el colegio de comisarios la aprobara: inmediatamente después fue desautorizado por Juncker, que pospuso una semana la opinión sobre los Presupuestos, y fue criticado con dureza por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y por varios dirigentes del PP. Moscovici incluso ha revelado en su blog que consultó antes con Berlín que con Madrid. Finalmente, esa opinión coincidió con la que trasladó Moscovici tras el último Eurogrupo: España corre el riesgo de incumplir los objetivos de déficit, aunque Bruselas descarta sanciones y se conforma con que el nuevo Gobierno que salga de las elecciones del 20-D presente un Presupuesto actualizado a la vista de que el proyecto no contiene los datos definitivos relativos a las comunidades autónomas.
El equipo de Juncker considera que Moscovici se precipitó, y que Bruselas debe aplicar con España el mismo grado de flexibilidad que el otorgado a Francia hace justo un año.
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