España arría su bandera en Afganistán casi 14 años después

España arriará este sábado su bandera en Afganistán, casi 14 años después de la llegada de los primeros militares españoles al país centroasiático en enero de 2002. Aunque todavía quedarán en el cuartel general de la OTAN en Kabul 20 uniformados, la salida del contingente de Herat, con más de 450 miembros, supondrá en la práctica el fin de la presencia militar española en este país asiático. Atrás quedan 102 fallecidos (100 militares y dos intérpretes) y más 3.700 millones de euros, lo que la convierte en la misión más cara de las Fuerzas Armadas españolas.

Por Afganistán han pasado casi 30.000 militares. De la dureza de la misión da idea el que 16 de ellos han sido ya condecorados con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, reservada para acciones de combate.

La salida de las tropas se produce en plena ofensiva de los talibanes, que han ocupado varias localidades y cuyo punto culminante fue la toma temporal de la capital de la provincia de Kunduz, a finales de septiembre, que se saldó con el dramático bombardeo del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) y la decisión de Washington de prolongar su presencia militar en Afganistán. Si inicialmente estaba previsto que en enero de 2017, tras la salida de Obama de la Casa Blanca, solo quedaran un millar de soldados en la Embajada estadounidense en Kabul, ahora se prevé que haya unos 5.500 desplegados en varias bases. Washington quiere contar con el acompañamiento, sobre todo político, de sus socios de la OTAN, que ya se ha mostrado dispuesta a prorrogar su misión Resolute Support (Apoyo Decidido), de asesoramiento militar a las autoridades afganas, más allá de diciembre de 2016.

Sin embargo, pese al alineamiento sin fisuras con Washington, la petición del jefe del Pentágono, Ashton Carter, para que los aliados apliquen con "mayor flexibilidad" sus planes de retirada, ha llegado tarde para España. La retirada de Herat es una compleja operación logística que se ha preparado con meses de antelación y no puede improvisarse. Además de tres vuelos de personal para 570 militares —los destinados en Herat y los que han ido a preparar el repliegue—, se han programado 11 vuelos directos entre Herat y Torrejón de Ardoz (Madrid) con aviones de carga Ilyhusin 76; otros 23 en Il-76 y Antonov 124 de Herat a Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde el material se transbordará a un buque Ro-Ro con destino a Castellón. Los equipos menos valiosos se transportarán en dos convoyes por carretera con 70 contenedores hasta Karachi (Pakistán) y luego en barco. Aún así, ha habido que prescindir del material cuyo coste no compensaba su repatriación. Además de las insfraestructruras levantadas en la base, se donarán al Gobierno afgano 33 vehículos ligeros.

España se desplegó en Herat en 2005 y, en el momento de máxima presencia, llegó a contar con 1.520 militares en Afganistán. El contingente se ha ido reduciendo en los últimos años y actualmente se limitaba a una fuerza de protección de la base, el personal encargado de operar el aeropuerto, un hospital Role 2 y una unidad logística, además de los militares destinados en el Cuartel General del Oeste, en Herat, y en Kabul. En enero pasado se traspasó a Italia el mando de la base de Herat y el 10 de octubre, también su seguridad.

España podría volver a incrementar su presencia militar en Afganistán, pero las fuentes consultadas lo consideran improbable y la decisión correspondería, en todo caso, al Gobierno salido de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.