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Juntos por el ni sí, ni no

Una parte de la población catalana vive atrapada entre los dos polos de una campaña en la que no encuentran ninguna opción que les seduzca

Daniel Verdú
Pintada a favor de la independencia en Terrasa (Barcelona).
Pintada a favor de la independencia en Terrasa (Barcelona).Cristóbal Castro

A Manuel Rubies, catalán de 30 años, no le gustan las banderas ni los himnos. No siente apego especial por las instituciones españolas y le fastidia enormemente la corrupción rampante de la que llegan cada día noticias desde Madrid. Le gusta España, pero nunca se ha sentido especialmente más español que catalán. Y honestamente, asegura, le repele cualquier alarde patriótico en ese sentido. Manuel es catalán y tiene un fuerte vínculo con su tierra, insiste, pero a decir verdad tampoco se siente identificado con esa idea de separación, ni considera que haya sido especialmente maltratado por el Gobierno de España. Hoy, viernes por la tarde, no sabe todavía a quién demonios votar, solo tiene ganas de que todo esto pase y se vuelva a hablar de lo que realmente le interesa.

Su caso expresa el sentir de una parte de la población catalana que se encuentra atrapada entre los dos polos del sí y el no. Un sector de indecisos o abstencionistas fatigados por el planteamiento de esta campaña. También algunos votantes tradicionales de otras fuerzas que han quedado ahora desdibujadas con el estrecho escenario de las elecciones catalanas. El número de ciudadanos que representan resulta muy difícil de cuantificar. Hay algunas pistas. Sabemos, según las últimas encuestas del CEO (el CIS catalán), que solo el 21,3% considera el principal problema las relaciones entre Cataluña y España. Que el 81,3% cree que los políticos solo buscan el beneficio propio y que el 49,4% suspende la gestión del actual gobierno de la Generalitat. La mayoría (el 34%) se encuentra en el punto medio cuando les preguntan si se sienten más catalanes o españoles.

La mayoría (el 34%) se encuentra en el punto medio cuando les preguntan si se sienten más catalanes o españoles

Todas las encuestas –y el sentido común- apuntan a que entre los indecisos se encuentran muy pocos votantes de la CUP y Junts pel Sí, mucho más movilizados que el resto. Tampoco es fácil detectar en ese grupo a posibles votantes del PP y Ciutadans, mucho más polarizados e involucrados en la opción del no. En cambio, la franja de antiguos votantes de CiU, PSC e IC es un sector que concentra más dudas. Por varios motivos. “Los más indecisos hoy son los que eran votantes de Iniciativa. La tercera vía o los partidos que deberían representarla, no terminan de funcionar. Y muchos en esa franja esquivan el debate, porque su opción tiende más al no y ellos mismos lo asocian a una opción en el resto de España situada más a la derecha”, sostiene el profesor de la Universidad Carlos III Pablo Simón.

Pero la situación se enquista y muchos han recurrido ya a la nietzscheana El día de la marmota para explicar la situación. La penúltima –antes de que la CUP la utilizase para bromear en su vídeo de campaña- fue la cineasta Isabel Coixet con un artículo publicado en EL PAÍS el pasado 11 de septiembre. La pieza supuso un tremendo éxito viral y hablaba de esa “pereza” que sienten algunos catalanes ante el callejón sin salida del sí o el no. “Es complicado encontrar una opción, porque hay cosas que te gustan, pero hay mucha ambigüedad. Yo soy federalista de izquierdas. Pero de ahí a la independencia hay un trecho. Y el hartazgo te lo proporciona que el único tema que exista aquí en los últimos tiempos sea ese”, señala por teléfono.

En esta ocasión la cuestión nacional ha monopolizado casi al 100% la campaña y mucha gente ha quedado huérfana", señala Lluís Orriols

El hecho nacional se ha convertido en prácticamente el 100% de la agenda política y ha descolocado a un grupo importante de votantes. “En términos generales siempre hay una agenda que alguien impone y que se acaba discutiendo. Pero en esta ocasión la cuestión nacional la ha monopolizado casi al completo y mucha gente ha quedado huérfana. ¿Quiénes son? La órbita de los partidos cuyo factor central es eje social: el PSC y muy particularmente los votantes de IC y Podemos. Son los que más lo han sufrido”, señala el politólogo Lluís Orriols.

José Juan Toharia, sociólogo y director de la empresa Metroscopia [que realiza las encuestas para este periódico] opina que “miniaturizamos a las personas si primamos una sola seña de las muchas que forman su identidad”. “Cuanto más compleja es la sociedad más identidades tenemos y más complejas son las decisiones”, explica en relación con ese espectro de gente atrapada entre los dos polos. De este modo, como señala la última encuesta de Metroscopia, los votantes catalanes se decantan por una tercera vía cuando se les ofrece esta posibilidad con un 42%, frente a un 18% que prefiere que todo igual y un 31% que opta por la independencia. Pero al final, alrededor de un 25% del electorado permanecía indeciso al comienzo de la campaña.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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