La leyenda de Artur Tsipras
Javier Ayuso analiza la advertencia del Banco de España sobre las consecuencias económicas que tendría la independencia
A medida que avanza la campaña de las elecciones catalanas va subiendo el tono de las intervenciones, sobre todo en el bando secesionista. La avalancha de declaraciones públicas de políticos internacionales, instituciones y empresas españolas, y líderes de opinión de aquí y allá, en contra de una declaración unilateral de independencia y a favor del diálogo, ha encrespado a Artur Mas y sus socios, que han respondido con descalificaciones, cortes de manga y amenazas.
El último episodio sucedió ayer, cuando el gobernador del Banco de España, Luis Linde, advirtió de que la independencia de Cataluña le sacaría del euro y de las inyecciones de capital del BCE, pudiendo provocar un corralito similar al de Argentina o Grecia. La advertencia llegaba después de que los bancos y las cajas de ahorros españoles afirmaran que la secesión les haría replantearse su actividad en el hipotético nuevo país. Además, el influyente diario económico británico Financial Times publicaba ayer un editorial en contra de las tesis independentistas.
El presidente de la Generalitat, que había dedicado una butifarra (corte de mangas) a los banqueros durante el fin de semana, saltó ayer al cuello del Estado amenazando con no hacer frente a la deuda de Cataluña. Palabras mayores que demuestran que la campaña lanzada en las dos últimas semanas está surtiendo efecto sobre el estado de ánimo de los candidatos independentistas, aunque las encuestas aseguran que todo sigue igual.
Este enfrentamiento recuerda al que protagonizaron a principios de año los políticos griegos Alexis Tsipras y Yanis Varufakis contra los dirigentes de la UE y de sus principales países a cuenta de su deuda externa. Entonces, los dirigentes de Syriza, que habían vendido a sus electores el fin de la austeridad y el inicio de un nuevo país libre, próspero e independiente de la troika, negociaron a cara de perro y al final tuvieron que ceder.
Ahora, Artur Mas, Raül Romeva y Oriol Junqueras se afanan con promesas similares de una tierra prometida que se están demostrando imposibles a pocos días de las elecciones. Las emociones contra la realidad. A lo mejor, el nerviosismo del presidente se debe a que empiezan a temerse que su historia sea similar a la griega y que acabemos hablando de la leyenda de Artur Tsipras. O de Oriol o Raül Varufakis.
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