El juez cita por homicidio imprudente al guardia civil que mató a un batería
El agente comparecerá este viernes. La vecina que llamó a los servicios de emergencias declaró que la viuda del batería de Los Piratas dijo que el músico sufría un brote psicótico
La juez que investiga el fallecimiento del batería del grupo Los Piratas, Javier Fernández, durante una intervención policial en su casa de Ponteareas (Pontevedra) ha citado a declarar como imputado por homicidio imprudente al guardia civil que le disparó. El agente tendrá que comparecer este viernes en el juzgado mixto número 2 de esta localidad gallega, después de que ya hayan sido interrogados como testigos tanto el compañero del instituto armado que lo acompañaba como el personal sanitario que acudió también a la vivienda. La familia y los amigos del músico conocido como Hal 9000, que ya han pasado por el juzgado para relatar su versión de los hechos, siempre han sostenido que la actuación de la Guardia Civil el pasado 26 de agosto fue desproporcionada.
El instituto armado alegó que sus dos hombres acudieron a la casa atendiendo una llamada por un presunto caso de violencia machista, que Fernández estaba muy violento y que, al agredir a uno de los agentes con un cuchillo, su compañero le pegó un tiro para reducirlo. La familia y los amigos de Hal 9000 negaron desde el principio que el músico fuese un maltratador y explicaron que sufría un trastorno bipolar, agravado por una retirada de medicación.
La primera vecina que llamó al teléfono de emergencias 112 para pedir ayuda declaró ante la Guardia Civil que en todo momento la viuda de Fernández le contó que su marido estaba enfermo y que le había dado un "brote psicótico", informa el abogado de la familia de la víctima, Gerardo Gayoso. Los sanitarios que entraron en la casa también afirmaron en el juzgado que fueron informados de que el músico sufría una enfermedad mental, mientras que el médico que se encontraba fuera incurrió en contradicciones, según la defensa de la familia, ya que ante la Guardia Civil dijo conocer la dolencia, pero después lo negó ante la juez.
El guardia civil agredido, que presentó dos partes médicos con una contusión en el tabique nasal y marcas en los brazos, admitió ante la instructora que, cuando Fernández lo atacó, no sintió el impulso de coger su arma y que se protegió cruzando los brazos sobre su cara. Para sostener la versión de la viuda y los amigos de Hal 9000 de que la escena que se vivió en la casa no fue tan peligrosa como cuenta la Guardia Civil, el abogado de la familia de la víctima resalta que las heridas del agente no precisaron puntos de sutura y sostiene que la víctima solo empuñó cubiertos de "punta roma".
Según informa la juez a través del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, los datos que han sido aportados por el momento acreditan que el psiquiatra del batería de Los Piratas pautó una reducción progresiva de la medicación que tomaba desde que hace una década se le diagnosticó un trastorno bipolar. La viuda de Fernández sostiene que esta medida fue la que desencadenó el brote psicótico que provocó la intervención de la Guardia Civil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.