El juez investiga al consulado en Hong Kong por nepotismo
Una empleada denuncia la contratación presuntamente irregular de la esposa del canciller
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Juan Pablo González, ha abierto diligencias previas para investigar la querella presentada por una empleada del Consulado General de España en Hong Kong (China) contra el cónsul, el canciller y los responsables de personal Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aunque la querella engloba múltiples presuntos delitos —como prevaricación, coacciones, tráfico de influencias o acoso laboral—,el origen del caso está en la contratación, supuestamente irregular, de la esposa del canciller en un concurso-oposición de cuyo tribunal formaba parte su propio marido. Fuentes diplomáticas aseguran, sin embargo, que el canciller se abstuvo de intervenir al presentarse la candidatura de esposa y fue sustituido por una vocal suplente, como consta en las actas del tribunal.
En febrero pasado, el Consulado convocó una plaza de oficial administrativo por un año y con un sueldo de 1.923 dólares mensuales. La convocatoria, según la querella, se anunció en el tablón de anuncios del consulado y la oficina comercial, pero solo por cuatro días, uno de ellos festivo, sin que se le diera publicidad en la página web, la cámara de comercio, la comunidad española en Hong Kong o la prensa local, como es habitual. En esas mismas fechas la página web del consulado sí difundió, por ejemplo, la convocatoria de una plaza de oficial administrativo para la oficina comercial.
La única candidata que se presentó al puesto fue la esposa del canciller, que ya había sido contratada en abril de 2014 para suplir una baja maternal de cuatro meses en el consulado.
Según la querella, la contratación presuntamente irregular causó malestar en la comunidad española en Hong Kong y en las empleadas chinas del consulado, que temían por sus empleos, y así se lo transmitió la denunciante, contratada laboral de nacionalidad española con 13 años de antigüedad, al cónsul.
La situación dio un giro después de que el Sindicato Independiente del Servicio Exterior (SISEX) recibiera un correo anónimo denunciando el supuesto enchufismo, y lo hiciera llegar a las responsables de personal del Ministerio. La respuesta fue la fulminante destitución de la querellante como responsable de la gestión educativa y cultural del consulado, aduciendo falta de confianza, y la apertura de un expediente disciplinario, en el que se le atribuía, entre otras faltas que podrían provocar su despido, la autoría del anónimo, lo que ella niega tajantemente.
En la resolución de apertura de expediente, los responsables de personal de Exteriores explicaban que se había recibido una denuncia del SISEX sobre supuestas irregularidades en la contratación en el consulado en Hong Kong, que ésta se basaba “en un correo ofensivo y anónimo” y que “las acusaciones quedaron desvirtuadas y el sindicato retiró la denuncia al día siguiente, al considerar que se había filtrado desde Hong Kong una opinión interesada no sujeta a la realidad del caso”.
Un portavoz del SISEX explicó a EL PAÍS que el Ministerio no le dio explicaciones sobre la contratación de la esposa del canciller y que el sindicato retiró la denuncia porque en ese momento se estaba desarrollando el proceso de asignación de destinos denominado bombo —en el que el hasta entonces cónsul en Hong Kong obtuvo el puesto de cónsul en Estrasburgo— y no se quería distorsionar con una acusación anónima y sin comprobar. “Entendemos que el Ministerio, que ya conoce los hechos, los habrá investigado”, agregó.
Respecto al origen de la denuncia anónima, el SISEX no ha querido revelar la dirección de correo electrónico del remitrente por razones de confidencialidad, pero está dispuesta a aportarla al juez. En todo caso, según el mismo portavoz, “no coincide con las direcciones de la persona expedientada y no creemos que procediera de ella”.
La querella admitida a trámite por la Audiencia Nacional incluye una carta firmada por el responsable de un centro cultural británico en Hong Kong, en la que explica que el cónsul español en la excolonia le pidió que transmitiera al marido de la querellante, y subordinado suyo, que su esposa debería dimitir de su puesto de trabajo o de lo contrario sería expedientada, como sucedió.
Ante estas supuestas amenazas, la querellante pidió que se activara el protocolo de acoso laboral del ministerio, pero sólo 13 días después de iniciase el procedimiento —y antes de que llegase a Madrid, según la denuncia, la documentación que había remitido desde Hong Kong— se archivó, alegando falta de indicios y la apertura de un expediente disciplinario.
El 16 de marzo, tras una tensa discusión con el cónsul, la exresponsable de gestión cultural y educativa de España en Hong Kong se dió de baja por estrés y depresión. Hasta hoy.
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