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El fiscal pide solo una multa para el arrepentido clave en el ‘caso Nóos’

El ministerio público propone que Pepote Ballester pague 25 euros diarios durante un año

Palma de Mallorca -
José Luis 'Pepote' Ballester, a la izquierda, y su abogado.
José Luis 'Pepote' Ballester, a la izquierda, y su abogado.Montserrat T. Díez (EFE)

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach describe y reconoce el papel de colaborador de José Luis Pepote Ballester, principal "arrepentido" en el caso Nóos y antigua estrella de la vela, campeón olímpico y medalla de oro en Atlanta 96. Ballester era parte del entorno de amistades náuticas de la familia real e íntimo amigo de la infanta Cristina y de su esposo, Iñaki Urdangarin.

En su escrito de acusación en una de las piezas del caso Palma Arena, el fiscal anticorrupción reclama ante la Audiencia de Palma —que juzgará en esta causa a Pepote Ballester y a dos empresarios— que se le aplique al cooperador una atenuante penal muy cualificada; concretamente, una pena de multa de 25 euros diarios durante un año, porque "decidió colaborar con la Administración de Justicia y, de hecho, se puso a disposición del Juzgado Instructor a efectos de colaborar en la investigación de los hechos, reconociendo su participación en los mismos".

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Horrach define y ampara al acusado y acusador en el caso Nóos porque "su actitud permitió avanzar en la investigación de los hechos y de sus responsables, ofreciendo datos no conocidos que han favorecido la investigación de los hechos". Pepote Ballester fue detenido y esposado en 2009. Ante el fiscal y el juez instructor del también llamado caso Urdangarin, José Castro, Ballester destapó en la trama de Nóos el papel de Jaume Matas y de Urdangarin, entonces presidente de Gobierno y amigo, respectivamente.

Pepote Ballester fue director general de Deportes en el Gobierno de Matas (2003-2007) por su papel público en las competiciones de vela en Palma, en las que participaba la familia real. Mantenía desde la adolescencia una relación de confianza, como regatista, con el rey Felipe VI, con la Infanta y con Urdangarin. Ballester coincidió con Urdangarin en la residencia Blume de Barcelona para deportistas promesa; fueron becarios en 1985.

Matas fichó a Pepote, novato en la política, por su biografía y su agenda de contactos. Según su relato judicial, el expresidente de Baleares le indicó que dijera "sí, OK" a todo lo que le pidiera Urdangarin, aun en los momentos de ruptura en 2007, cuando el rey Juan Carlos ordenó a su yerno que se apartara de los negocios con las instituciones y al estallar las primeras sospechas en el Parlamento de Baleares.

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En 2003, Urdangarin abrió el Palacio de Marivent al presidente Matas recién llegado al poder balear, a Pepote Ballester y al deportista y empresario inmobiliario Jorge Forteza. En la residencia de verano de los Reyes en Palma, el cuarteto jugó a pádel y trató de "negocios" institucionales de patrocinio público. Lo explicó Pepote con detalles y nombres en dos ocasiones ante el juez y el fiscal. Hasta en 60 ocasiones citó a Urdangarin en una declaración judicial. En Marivent el esposo de la Infanta cerró el primer acuerdo de patrocinio de Baleares con el Instituto Nóos, que logró casi tres millones en tres años. Nova, la firma del cuarto hombre del pádel, Jordi Forteza, amigo de los exduques de Palma, vendió pisos a la trama de Nóos-Aizóon, la empresa de Urdangarin y la Infanta.

Pacto de penas mínimas

Para el próximo juicio ante la Audiencia de Palma sobre las obras que gestionó Pepote Ballester se da por sentado un pacto de conformidad por las penas reducidas. Pedro Horrach, acusador público, sostiene en la llamada pieza número siete del caso Palma Arena que Pepote Ballester y dos constructores locales son culpables de la manipulación del proceso administrativo de adjudicación de las obras y de desvío de poder, pero pide la reducción de la posible pena de prisión de 6 meses para Ballester, sustituible por la pena de multa de 360 días con una cuota diaria de 25 euros, e inhabilitación especial por de 1 año y 6 meses. Para los dos empresarios —que obraron en un chalé de Ballester en la Costa de Mallorca— pide que la pena solicitada se rebaje a la mitad. Los tres acusados —que no han refutado el auto de apertura del juicio— deberán pagar más de 7.000 euros de manera solidaria a la Administración.

En la causa principal del caso Nóos, la de supuesta malversación de seis millones de euros de Baleares y la Comunidad Valenciana —donde los principales imputados son Matas, Urdangarin, su socio en el instituto Nóos, Diego Torres, y la Infanta—, Horrach pide para Ballester una condena de dos años de prisión. El fiscal se ajusta al marco del pacto de confesión cerrado con Ballester tres años atrás y baraja la hipótesis de que el tribunal previsiblemente no reclamará el cumplimiento (el ingreso en la cárcel de Ballester) si es hallado culpable.

Pepote Ballester es un colaborador protegido y activo. Depositó su parte de la fianza civil personal por el caso Nóos: pagó 52.601 euros en el juzgado. Carga, además, con una fianza civil solidaria de 3,5 millones con Matas y el ex director general de la Fundación Illesport Gonzalo Bernal.

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