Mucho ruido y pocas nueces
En el Partido Popular casi todo sigue igual y de remodelación del Ejecutivo, ni una palabra
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cumplido su palabra cuando rebajaba las expectativas de cambio en el partido y en el Gobierno. En el PP casi todo sigue igual y de remodelación del Ejecutivo, ni una palabra.
En su intervención ante el Comité Ejecutivo del PP, además de analizar los resultados electorales del 24 de mayo, ha pedido a sus líderes que se pongan en marcha, se ha comprometido a participar más en su gestión y ha propuesto la celebración de una conferencia política los días 11 y 12 de julio, de la que pretende que salga el programa de las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre.
Los esperados cambios en la cúpula del partido han sido limitadísimos. María Dolores de Cospedal sigue como secretaria general y Javier Arenas mantiene su vicesecretaría. Solo hay dos caídos: Esteban González Pons y Carlos Floriano. Y solo hay dos nombramientos de peso: Jorge Moragas ha sido designado como director de campaña y Pablo Casado será vicesecretario de Comunicación.
Los marianólogos venían advirtiendo desde hace días que era un error pensar que el presidente iba a poner todo patas arriba. No es su estilo. Al contrario, Rajoy ha mantenido a Cospedal, a pesar de haber perdido la presidencia de la Junta de Castilla La Mancha y del descalabro electoral en las municipales y autonómicas.
El problema es que el presidente del PP sigue diciendo que han ganado las elecciones (que es cierto, aunque han perdido el poder) y que tienen muchas posibilidades de ganar las generales con margen suficiente para gobernar (que es una incógnita).
El balance de las municipales y autonómicas se concentra, según Rajoy, en el ascenso y la movilización de la izquierda, el descenso del bipartidismo aunque siga por encima del 50% y la fragmentación del escenario político en España. No escuche autocrítica alguna en la intervención del presidente, aunque sí un intento de movilización. También se puede comprobar la vuelta de Pedro Arriola, el sociólogo-estratega de Rajoy, al entorno presidencial, después de no tuviera intervención alguna ni en las elecciones europeas ni en las municipales y autonómicas.
La apuesta de futuro sigue siendo la misma: vender la recuperación económica y meter miedo al electorado con la llegada de Podemos y la supuesta radicalización de PSOE por sus pactos en ayuntamientos y comunidades autónomas. “Tenemos que salir más a la calle y explicarnos más”, dijo Mariano Rajoy, que también anunció nuevas rebajas de impuestos (IRPF y Sociedades) en 2016. Si ganan, claro.
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