Los partidos estudian el impacto generacional en los comicios de 2015
El PP, cuya ejecutiva tiene 54 años de media, debate cómo afrontar la frescura de PSOE (46), Ciudadanos (46) y Podemos (36)
Tras perder 2,4 millones de votos respecto a 2011 en las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, el Partido Popular vive días de tensión. Los resultados de los comicios, que han abierto las puertas de Ayuntamientos y Parlamentos a Podemos y Ciudadanos, han provocado un debate interno en el partido del Gobierno sobre la necesidad de un cambio estratégico y de caras. Los miembros de la ejecutiva del PP tienen 54 años de media. Los dirigentes del PSOE y de Ciudadanos, 46. Los de Podemos, 36. Esa brecha generacional, según los expertos, es solo uno de los factores que ha influido en el retroceso electoral. Lo resumió Juan Manuel Moreno Bonilla, líder del PP en Andalucía: “Hay que cambiar caras, estrategias y estilos. Gestionamos bien, pero no llegamos al corazón de la gente”.
España vive un año rebosante de elecciones. Con las catalanas en el horizonte de septiembre y las generales en noviembre, la irrupción de Podemos y Ciudadanos lo ha cambiado todo. Importa, por supuesto, qué se dice y quién lo dice, pero también otra cosa, conectar con las demandas de cambio y reforma de la España más urbana, poblada y dinámica.
“Carmena tiene 71 años y ha dado la gran sorpresa en Madrid. Moreno Bonilla tiene 45 años y cosechó el peor resultado del PP en Andalucía de los últimos 25 años”, recuerda Gustavo Entrala, fundador de la agencia 101. “Más que a la edad física creo que deberíamos atribuir el éxito a la edad histórica de los partidos o a la vejez percibida en los lenguajes y en las estructuras de los partidos clásicos”, argumenta. “Cuando Reagan ganó sus primeras elecciones, en 1980, tenía 69 años, pero logró posicionarse como un candidato de cambio”, sigue. “Creo que los votantes valoran más la edad mental de los líderes: sus ideas, su empuje, su frescura, a pesar de la edad”, añade. “Hay un caso ajeno a la política pero que toca la cuestión del liderazgo: el Papa Francisco. Tiene 79 años pero su llegada ha sido percibida como una primavera para la Iglesia católica. La cuestión no es la edad física, sino la frescura de los liderazgos”.
Si los cuatro principales partidos acuden a las elecciones generales con sus líderes como cabezas de cartel, la brecha generacional será tan evidente como las diferencias entre sus discursos. Mariano Rajoy tiene 60 años. Pedro Sánchez, 43. Pablo Iglesias, 36. Y Albert Rivera 35.
Que en un momento de dificultades económicas esté Rajoy aporta un valor, porque el piloto tiene horas de vuelo Pablo Casado
“La experiencia es un grado”, explicó Pablo Casado, portavoz del PP. “Que en un momento de dificultades económicas esté Rajoy aporta un valor, porque el piloto tiene horas de vuelo”, añadió. “Esa experiencia, además, se conjuga con la renovación del equipo, que es generacional y de ideas”, advirtió sobre su paso a primera línea y el de Moreno Bonilla, Pedro Antonio Marín, Arantza Quiroga o Pablo Zalba.
“El problema del PP no es solo su edad media, es que están anticuados y no se han enterado de nada”, opinó María González, diputada del PSOE y secretaria de ciencia, participación y política en red del partido. “Lo importante es el cambio en las formas de hacer política”, aseguró. “Abogamos por una España intergeneracional. En el elector influye que vea que ofreces cambio, que entiendes lo que está sucediendo. Por ejemplo, los votantes han entendido que Gabilondo o Carmona eran políticos diferentes”.
“La regeneración política no va de edades, va de gente libre”, coincidió Fernando de Páramo, secretario de comunicación de Ciudadanos. “Hay gente joven en los viejos partidos que no tienen ninguna intención de cambiar las cosas”, añade. “Dicho eso, al igual que en las empresas y en las startup se está confiando cada vez más en la gente joven y preparada, en la política debemos ir hacia un modelo parecido”.
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