Las multas por velocidad ganan peso en la recaudación de la DGT
En el primer trimestre las sanciones por radares representaron la mitad de los ingresos
Las denuncias por exceso de velocidad, impuestas a través de los radares instalados en las carreteras, representaron el 33% de las sanciones ingresadas en 2014 por la Dirección General de Tráfico (DGT), frente al 29,7% registrado dos años antes. Y la cifra va en aumento. Durante los tres primeros meses de 2015, este importe ha supuesto el 48% de los ingresos. Tráfico recaudó en total 392 millones de euros por todo tipo de multas en 2014.
La DGT ingresó 129,6 millones de euros en 2014 por cazar a automovilistas que circulaban por encima del límite permitido. Según el organismo encabezado por María Seguí, este tipo de denuncias está cobrando una mayor importancia, mientras descienden las impuestas por conducir ebrio. En 2013 se recaudaron 124 millones por este concepto, y 120 millones en 2012.
Entre enero y marzo de 2015, la DGT ya ha recaudado 32,8 millones de euros por correr más de lo permitido: un 48,56% del total de 67,5 millones ingresados mediante multas a conductores, según los datos del Gobierno facilitados en varias respuestas parlamentarias al socialista Miguel Ángel Heredia.
Tráfico baraja el alza de la movilidad como una de las causas de la subida en el primer trimestre. “Aunque aún no hemos analizado si en ella también ha influido el nuevo plan de gestión de la velocidad desarrollado en este periodo”, añaden fuentes de la DGT en referencia al cambio de estrategia para el control de las carreteras que Seguí anunció en febrero, cuando se decidió sacar todos los radares móviles de las autovías y trasladarlos a las vías secundarias. Esta opción se plantea porque, a mediados de la década pasada, ya se produjo un aumento drástico (+81%) de las denuncias por velocidad cuando se empezaron a instalar cientos de cinemómetros en toda España.
El mapa de las denuncias
Las cifras manejadas por el Ejecutivo —referente a lo recaudado por multas de exceso de velocidad impuestas a través de los radares fijos, móviles o Pegasus en las vías interurbanas de todo el país, excepto en País Vasco y Cataluña, donde las competencias se encuentran transferidas— revelan además que Teruel es la provincia donde más se ingresa por este tipo de sanción. La DGT obtuvo allí 21.265 euros por cada 1.000 habitantes [ver gráfico]. Almería, con 1.116 euros por cada millar de vecinos, ocupa el lado contrario de la tabla.
Una diferencia que afecta al bolsillo de los ciudadanos, que miran con recelo esta política de sanciones Tráfico. De hecho, una encuesta de la Fundación Línea Directa aseguraba el pasado mes que más del 90% de los conductores cree que estas multas esconden un afán recaudatorio y que, incluso, su alza se debe a la crisis económica. La DGT lo rechaza, y recuerda que los ingresos por multas descendieron en casi 68 millones de euros entre 2011 y 2014: se ha pasado de 458 millones a 392. “Esta caída se debe a que los automovilistas aprovechan el pronto pago, que rebaja a la mitad el importe de la sanción y que demuestra que no existe ese afán recaudatorio”, se defienden en la DGT.
Ante las continuas críticas de los automovilistas, Tráfico ya avanzó en febrero que publicaría este año en su web todos los tramos de las carreteras secundarias donde coloca los radares móviles. El departamento ha colgado ya en Internet un listado con los 29 puntos de Asturias y los 276 de Castilla y León controlados por radares móviles —los fijos llevan años publicados—. La DGT prevé publicar la lista de toda España antes del verano.
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