Polémica celebración del hijo de Audrey Hepburn en la Alhambra

La celebración de la boda de Sean Hepburn el pasado 8 de agosto aún colea. El hijo de Audrey Hepburn, la actriz británica de la época dorada de Hollywood, protagonista de Desayuno con diamantes y Vacaciones en Roma, contrató el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada para un concierto con motivo de su casamiento. Pagó 3.490,85 euros por el espacio (IVA incluido), según consta en la documentación del Patronato, pero los servicios de seguridad entienden que el recital fue una excusa para celebrar la boda, evento prohibido en la norma de usos públicos del palacio nazarí. El Ayuntamiento afirma que el enlace se ofició en otro recinto y que el emblemático espacio solo albergó el concierto posterior.

El informe de seguridad de la Alhambra detalla que "Sean Hepburn Ferrer y su acompañante" reclamaron el mismo día del concierto, ante 100 invitados, permiso para "realizar una petalada" y que se les advirtió de que dicha actividad está prohibida. "Una vez en el interior del patio del Palacio de Carlos V, con los espectadores sentados para el comienzo del concierto y sin que estuviera previsto, el señor alcalde del Ayuntamiento de Granada [José Torres Hurtado (PP)], junto con el concejal de Cultura [Juan García Montero], oficia una ceremonia de bodas", detalla el informe de los servicios de protección de la Alhambra.

El Ayuntamiento de Granada sostiene que no se ofició enlace alguno, aunque la pareja estuviera vestida para la ocasión, se firmaran documentos y el alcalde se dirigiera al público y a los contrayentes durante el acto. Según fuentes municipales, la ceremonia oficial se realizó en otro recinto, que no supieron detallar, y en el monumento tan sólo se celebró el concierto.

No lo interpretó así la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, quien remitió una carta al concejal de Cultura el pasado febrero, tras la resolución del expediente sobre el "incidente", en la que le expresaba al edil su "más profunda contrariedad".

Villafranca consideró lo ocurrido un "ejercicio de abuso de confianza impropio" de los dos cargos municipales presentes en el acto, el alcalde, que es miembro del Patronato, y el concejal de Cultura. Villafranca trasladó el incidente al consejo de dirección del monumento y al gabinete jurídico de la Junta, "por si de estos hechos se  derivaran otras acciones consecuentes".