Hablan los indecisos

Desde que aparecieron los dos nuevos partidos llamados (según ellos mismos) a dar la vuelta a la tortilla del poder en España, las encuestas las ganan los indecisos. Gente que no quiere decir a quién va a votar, o realmente no lo sabe. Pero la casilla del no sabe/no contesta no existe en las urnas. Hay que tomar dos decisiones: la primera es si votar o no y la segunda, a quién.

El ambiente indica que habrá menos nivel de abstención que en 2012 (37,77%), aunque no está claro a quién beneficiará el mayor grado de participación. Normalmente, la abstención perjudica a los partidos en el poder, es decir, al bipartidismo. Por eso, PSOE y PP se han volcado en la movilización de votantes. Además, los aparatos de ambos partidos confían en que emergerá el voto oculto de los que no quieren reconocer ni siquiera que les votaron hace tres años.

Enfrente, Podemos y Ciudadanos buscan su consolidación entrando en el Parlamento andaluz e Izquierda Unida confía en aguantar el tirón. Las encuestas han sido muy generosas con los dos primeros y cuando se tienen tan altas expectativas el riesgo de decepción es alto, con lo que ello puede suponer con vistas a las próximas citas electorales.

En 2012 ganó el PP con 1.560.000 votos y 50 diputados, pero no pudo gobernar. El PSOE, con 1.523.465 votos y 47 escaños, e IU, 437.445 votos y 12 escaños formaron Gobierno. Esta vez pueden votar 6,5 millones de personas de las que 450.000 lo hacen por primera vez. La previsión es que haya cinco fuerzas en el Parlamento. La presidenta, Susana Díaz, que ha adelantado un año las elecciones, corre el riesgo de “hacer un Mas”, como pasó en Cataluña, si saca menos escaños que José Antonio Griñán en 2012. Y eso sería un fracaso. De los posibles pactos de Gobierno hablaremos mañana. Hoy hablan los indecisos.