El exsecretario de las infantas recurre su despido en los tribunales

El secretario de las infantas durante más de 20 años, Carlos García- Revenga, ha llevado a los tribunales su despido de la Casa Real porque la institución no le ha abonado una indemnización tras prescindir de sus servicios, como cree que le corresponde. La Zarzuela anunció el pasado 18 de septiembre que García- Revenga dejaría de trabajar para ellos, una vez que las Infantas Elena y Cristina dejaron de forman parte de la familia real desde la proclamación de su hermano, Felipe VI, como rey. Se trata del primer conflicto laboral entre un alto cargo de la Casa del Rey con la institución.

García-Revenga llevaba trabajando para Zarzuela desde septiembre de 1993. Se le contrató exclusivamente, según la Casa del Rey, para asesorar a las infantas Elena y Cristina en aquellas actividades relacionadas con su pertenencia a la Corona. Pero como las hermanas de Felipe VI dejaron de ser miembros de la familia real desde el día en que su hermano accedió el trono, sus servicios ya no eran necesarios.

Un portavoz de la Casa del Rey ha señalado a la agencia Europa Press que García-Revenga está "en su derecho" de iniciar las acciones que considere oportunas en relación a su salida de la institución y ha señalado que será la justicia la que determine en su momento quién tiene razón.

Ante este conflicto laboral, la Casa del Rey dispone de un convenio con la Abogacía del Estado, que sería el órgano encargado de representar a la institución ante los tribunales en el primer contencioso de este tipo (al menos del que se haya tenido conocimiento público) entre un alto cargo de la institución y la Casa del Rey.

A pesar de que a García-Revenga se le contrató exclusivamente para asesorar a las Infantas Elena y Cristina en aquellas actividades relacionadas con su pertenencia a la Corona, los correos electrónicos entre él y el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, que se conocieron en el marco del caso Nóos, revelaron que García-Revenga también asesoró a Urdangarin cuando éste inició sus aventuras empresariales.

De hecho, accedió a figurar durante 19 meses como tesorero del Instituto Nóos, fundación que presidió Urdangarin y que firmó millonarios contratos con las Administraciones balear y valenciana. El secretario de las infantas declaró como imputado en la fase de instrucción del caso Nóos, pero el juez José Castro levantó posteriormente esa imputación, al no encontrar indicios delictivos en su conducta para continuar investigándole.