Cifuentes critica a Aguirre por airear su pulso con Rajoy en el PP de Madrid

La presidenta del Partido Popular y candidata al Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha querido zanjar este martes la polémica sobre la presidencia de la formación regional, que ha prometido abandonar si es elegida alcaldesa. Sin embargo, la aspirante de su partido al Gobierno regional, Cristina Cifuentes, la ha criticado de forma velada durante una entrevista televisiva por haber aireado en publico su pulso con la dirección nacional y con el presidente, Mariano Rajoy, cuando sintió que querían obligarla a renunciar al puesto orgánico a cambio de la candidatura.

"Me parecía absurdo que recién elegidas la candidaturas tuviéramos que empezar con ese asunto. Se tenía que haber resuelto entre nosotros directamente porque los ciudadanos están un poco hartos en general de que los políticos nos estemos mirando el ombligo", ha señalado Cifuentes en Telecinco. Ha insistido en que ella no aspira al puesto de presidenta del PP madrileño, como ya hizo en repetidas ocasiones y durante años cuando se le preguntaba si quería ser candidata de su partido en las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo.

En la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP regional, Aguirre ha asegurado que "esta va a ser la ultima vez que los candidatos se nombren así", en referencia a la designación directa por parte del presidente de su formación, Mariano Rajoy, o de la dirección nacional. "Han hecho valer los poderes de los estatutos actuales", pero "habrá que cambiarlos para que el PP madrileño pueda nombrar a sus candidatos", ha señalado.

Y ha aprovechado para deslizar un aviso a navegantes: "Los estatutos del partido han cambiado para la elección de cargos, incluso para el presidente nacional, cualquiera se puede presentar con 100 avales". Aguirre ya intentó forzar a la dirección nacional para que fuera el PP madrileño quien eligiera a sus candidatos, pero al final tuvo que conformarse con ofrecerse a Rajoy como aspirante a la alcaldía y esperar al "dedo divino", tal y como ella misma lo calificó.

Cifuentes critica a Aguirre por airear su pulso con Rajoy en el PP de Madrid

Ha recalcado además Aguirre que quiere tener control sobre la confección de su lista electoral porque de ella saldrán los miembros del próximo gobierno municipal si gana las elecciones. Aquellos que integren la candidatura se someterán antes a un examen por parte de la dirección regional, presumiblemente para evitar casos como los de Francisco Granados, su número dos durante muchos años y encarcelado el pasado otoño por la Operación Púnica; o los de otros miembros de su gobierno regional procesados en la trama Gürtel.

Aguirre, que se ha definido de nuevo como "liberal y patriota", ha avanzado que asistirá a la manifestación contra el aborto convocada para dentro de unos días, porque "el aborto no es un derecho, es un fracaso de la mujer". Ha abogado por suspender la final de la Copa del Rey y jugarla a puerta cerrada si el público silba al monarca o al himno nacional. Y ha indicado que le gustaría que "UPyD o Vox estuvieran en el PP, como cuando este partido era todo lo que estaba en la derecha".

En su papel de candidata a la alcaldía, ha elogiado la labor de la actual regidora, Ana Botella (PP), pero solo por "su gestión extraordinaria en la ortodoxia financiera y el ahorro del Ayuntamiento". Ha negado que llamar "megalómana" a la sede municipal en el Palacio de Cibeles, que costó 500 millones de euros, constituya una critica a Alberto Ruiz-Gallardón, el exalcalde que impulsó la mudanza desde la Casa de la Villa. "Lo hizo en un momento de pujanza y burbuja, yo también desde la Comunidad hice obras costosas", ha dicho. "A ese edificio se le va a sacar rentabilidad", ha añadido tras insistir en que mudará su despacho a la plaza de la Villa (al despacho del presidente del Pleno) pero sin aclarar qué hará con el palacio y con los cerca de 2.000 empleados municipales que trabajan allí.

Eso sí, la candidata ha vuelto a enmendar a Gallardón en uno de los pilares de su gestión (2003-2011). Aguirre ha apostado por que el Ayuntamiento haga "hincapié en sus competencias en lugar de ser un miniparlamento", justo lo contrario a lo que propugnó el exalcalde, que amplió las funciones municipales más allá de la Ley de Haciendas Locales, e incluso desarrolló normativamente el carácter parlamentario del Pleno municipal.

Aguirre no ha querido desvelar quién será su número dos en la candidatura, y sólo ha apuntado dos detalles sobre su programa: que apostará por descentralizar la gestión en favor de los distritos ("en todo lo que se pueda arreglar allí, un bache, pintar un banco, etcétera") y por acabar con los "guetos", como su propio barrio (Malasaña), en referencia a la suciedad en las calles y las pintadas en las paredes.