La empresa BNK solicita ocupar suelos municipales para ‘fracking’

La empresa canadiense BNK ha pedido a la Junta de Castilla y León que declare de utilidad pública su proyecto de Sedano, que prevé abrir hasta seis pozos exploratorios de hidrocarburos en los que quiere usar la controvertida técnica de la fractura hidráulica (el fracking), que nunca se ha empleado en España. Fuentes de la compañía aseguran que lo que se persigue es que el Gobierno declare la "ocupación temporal" de los suelos municipales que ha elegido para realizar esa media docena de perforaciones.

Los terrenos, que suman casi siete hectáreas, pertenecen a los Ayuntamientos burgaleses de Valle de Sedano y Merindad de Río Ubierna. Ambos municipios, gobernados por el PP, se han negado a vender o arrendar los suelos a la firma canadiense. Las dos localidades han aprobado en los últimos años mociones que rechazan el fracking, una técnica que se emplea para extraer gas o petróleo a través de la inyección en el subsuelo de agua a presión mezclada con arena y productos químicos. Sus respectivos regidores señalaron hace una semana a EL PAÍS que no cerrarán un acuerdo con la compañía para que pueda hacer las perforaciones en esas fincas públicas.

BNK ha presentado dos estudios de impacto ambiental ante las Administraciones para un máximo de 12 pozos. De momento, se trataría de perforaciones exploratorias. Si la empresa obtiene resultados positivos en su campaña de investigación, tendría que iniciar otro proceso para conseguir el permiso para la explotación.

La empresa ha presentado uno de los proyectos —que incluye hasta seis pozos— en el área denominada Urraca. Los trabajos se centrarían en fincas ubicadas en las localidades de Medina de Pomar, Merindad de Cuesta-Urria y Villarcayo. Los Ayuntamientos de estas tres poblaciones, todos ellos del PP, también han aprobado mociones que rechazan la técnica de la fractura hidráulica.

Pero, en este caso, BNK sostiene que los pozos previstos se ubicarían en fincas privadas y que ya ha cerrado acuerdos con sus propietarios. La compañía tramita los permisos ambientales del proyecto de Urraca ante el Gobierno central, ya que, aunque todos los pozos previstos están dentro de la provincia de Burgos, el permiso de investigación que lo ampara incluye también parte de Álava. Cuando un proyecto así afecta a dos comunidades autónomas es el Ejecutivo central el que debe dar las autorizaciones para la exploración de hidrocarburos. En Urraca, la firma también pide que el proyecto se declare de utilidad pública, pero no la ocupación temporal de los suelos.

En el otro permiso, el de Sedano, es donde la compañía ha tenido los problemas con los suelos. "Nuestra primera intención era alquilarlos a los Ayuntamientos", sostiene BNK. Pero las juntas vecinales de Valle de Sedano y Merindad de Río Ubierna, propietarias de los terrenos, se han negado. Por eso ha pedido a la Junta que declare del proyecto de utilidad pública y la ocupación temporal de las fincas. Toda el área del permiso de investigación de Sedado está dentro de Castilla y León; por eso el Gobierno regional se encarga de tramitar la Declaración de Impacto Ambiental, proceso que la empresa sostiene que se puede cerrar en siete meses.

Los suelos en los que quiere trabajar BNK ya generaron polémica hace meses. Un despacho de abogados envió en mayo de 2014 una carta a algunos propietarios de la zona del proyecto Urraca en la que se les instaba a llegar a un acuerdo. Si no, se podría abrir "un expediente de expropiación forzosa", decía la misiva.

Tras conocerse el escrito, BNK reconoció que se equivocó en la comunicación y que no planteaba la expropiación. Sin embargo, añadió que los proyectos de investigación de hidrocarburos pueden ser declarados de utilidad pública, lo que puede llevar a ocupaciones temporales. Esa es la vía por la que ha apostado en el caso de Sedano ante la resistencia de los Ayuntamientos. Ahora, la Junta tendrá que decidir.