Castro deniega a Diego Torres más fondos de su cuenta en Luxemburgo

El juez José Castro, instructor del caso Nóos, ha rechazado este viernes la pretensión de la defensa de Diego Torres de ampliar su disponibilidad sobre el dinero de la cuenta bloqueada en el banco Credit Suisse de Luxemburgo, donde se hallaron cerca de un millón de euros. El exsocio de Iñaki Urdangarin ha manifestado que enfrenta apuros económicos, sin clientela. En 2009 ingresó 850.000 euros.

Castro había autorizado a Torres, el pasado mes de octubre, el uso de 98.360 euros de Luxemburgo para atender sus necesidades domésticas, colegios y pagos a su abogado. Posteriormente, el imputado exigió el desbloqueo de una cantidad mayor de estos fondos, que antes había depositado en Andorra y que asegura que son ajenos a su actividad desde el Instituto Nóos, bajo sospecha judicial. Torres quiere más liquidez y asegura que está bajo mínimos, sin actividad ni ingresos profesionales y con sus bienes embargados.

En un auto, el juez Castro deniega a Torres el poder disponer de más fondos de la cuenta bloqueada porque, entre otras cosas, dice que el embargo tiene por objeto asegurar que el imputado tenga fondos y bienes para afrontar las eventuales responsabilidades civiles. Inicialmente, Torres quedó con una fianza civil de 6,2 millones de euros y ahora el juez le señala —a él y su esposa, Ana María Tejeiro— una responsabilidad 15.803.858 en concepto de responsabilidad civil, la mayor de la causa. La petición de cárcel supera los 15 años para él. El fiscal Pedro Horrach sostiene que se han malversado más de seis millones de caudales públicos.

En las primeras peticiones judiciales para acceder a los fondos —unos lentos trámites judiciales y bancarios internacionales— Diego Torres reclamó un "salario mínimo" de su cuenta bloqueada y el juez le facilitó 271.000 euros para su "subsistencia personal".

Ahora el juez rechaza ampliar la cantidad recientemente autorizada (cerca de 100.000 euros). Refuta que el juzgado se tenga que convertir en el administrador o filtro de sus cargos en la cuenta que fue bloqueada con el objetivo de preservar los intereses públicos, en caso de sentencia adversa para el imputado.

El instructor buscó "un equilibrio, siempre criticable", entre los fines perseguidos y los intereses del afectado. José Castro quiso que Torres pudiera "atender moderadamente las cotidianas necesidades familiares", desestimó unas partidas y redujo otras de las reclamadas por Torres.

En una entrevista en Vanity Fair, el exsocio manifestó esta semana que "prácticamente" no tiene ninguna actividad profesional desde que empezó el caso en 2010 y explicó que vive situaciones "muy, muy difíciles". "No puedo pagar el agua, la luz o la calefacción y no puedo poner en venta mi casa porque está embargada".

Antes de ser socio de Urdangarin en 2002, Torres explica que, como profesor y consultor, facturó unos 850.000 euros. "El primer año con Iñaki [Urdangarin], la facturación por socio cae a los 300.000 euros y después crece bastante en volumen, pero en actividades que no generan beneficios. En 2009, otra vez ya solo, facturo algo más de 850.000 euros y esto es consultoría pura. Me gano mucho mejor la vida solo que en el Instituto Nóos".