El PSOE busca cómo eludir en el pacto terrorista la prisión permanente

La prisión permanente revisable que el PP ha incluido en la reforma del Código Penal se ha convertido en un difícil escollo para el pacto contra el terrorismo que Gobierno y PSOE negocian estos días. Los socialistas buscan una fórmula para que en las enmiendas que acuerden con el Ejecutivo no se haga referencia expresa a esta nueva pena, según fuentes del principal partido de la oposición.

En la parte general del Código, que el miércoles aprobará el Pleno del Congreso, se incluye esta pena, equivalente a la cadena perpetua, solo con los votos populares. Y en las enmiendas que presentó el PP para el capítulo de terrorismo se hace referencia expresa a que determinados delitos de terrorismo, como los de asesinato o secuestro, llevarán aparejada la pena de prisión permanente.

El problema es que el acuerdo que se negocia consiste precisamente en enmiendas conjuntas al capítulo del Código sobre el terrorismo, y el PSOE tendría muy difícil explicar la firma de un acuerdo y enmiendas con mención expresa a la cadena perpetua.

Por eso, los socialistas quieren una fórmula que eluda esa apariencia sin mención expresa a esta pena. Por ejemplo, asegurando que determinadas conductas lleven a aparejadas “la máxima pena prevista en este Código”. Su propuesta es un eufemismo porque la máxima pena es la prisión permanente, pero al menos no iría expresamente citada.

Fuentes del Gobierno explican sus dificultades para aceptar esta fórmula, porque cada una de las conductas tipificadas en el Código debe de llevar una referencia clara a la pena concreta establecida, por un simple problema de garantías. Ven difícil de aceptar la inclusión de una referencia genérica e inusual en el derecho penal.

Sí está dispuesto a aceptar el Gobierno otras modificaciones o precisiones exigidas por el PSOE. De hecho, fuentes de Justicia y de Interior aceptan imprecisiones en la redacción de las enmiendas del PP que sirvieron de base para el acuerdo.

La pasada semana hubo una reunión técnica entre Gobierno y socialistas en la que estos expresaron sus objeciones, por ejemplo, a la definición de terrorismo, la ambigüedad de conductas reguladas y la falta de garantías. Hablaron expresamente de la inclusión de una referencia al aborto en este capítulo, a la “alteración de la paz social”, la falta de exigencia de intencionalidad en la colaboración con el terrorismo o la regulación de las consultas a webs yihadistas.

El Gobierno estudiará estos días estas objeciones. Está previsto también que ambas partes mantengan contactos con el resto de los partidos con la idea de sumarlos al acuerdo.