Susana Díaz: “El PSOE andaluz además de prometer, hace todos los días”

“Podemos aportar más como PSOE de Andalucía a España, porque cuando se está gobernando, lo que se dice se puede hacer”. Con esta declaración, Susana Díaz reivindicó ayer el papel central de la federación socialista andaluza en el conjunto de su partido y la gestión del Gobierno de coalición que dirige como mascarón de proa de todo el PSOE. En una entrevista emitida en la cadena SER, la presidenta de la Junta dijo estar satisfecha con la cobertura que le da Pedro Sánchez, aunque señaló que el PSOE de Andalucía, de la que es secretaria general, puede “aportar más” a España.

“Es una cuestión lógica, porque cuando se está gobernando, lo que se dice se puede hacer. No es lo que uno promete, sino lo que hace todos los días. Cuando los ciudadanos miran a Andalucía dicen: no es lo que dicen los socialistas es lo que hacen en Andalucía”. En este sentido, la presidenta andaluza comparó las políticas de Mariano Rajoy con las de la Junta en materia de dependencia. “Dedicamos la misma cantidad que Rajoy que para toda España, la gente dice: no es que lo dicen es que están protegiendo la dependencia. Eso nos permite ayudar más a los compañeros que están defendiendo las politicas socialistas en España”.

La líder del PSOE andaluz destacó que es “seguro” que su partido sacará mejores resultados en las municipales de 2015 que en 2011, cuando los candidatos se vieron “perjudicados” por decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “pensando más en España que en los intereses partidistas”. Díaz aseguró que trabajará duro ante los comicios de mayo: “Voy a pelear y a ayudar para que los resultados en España sean buenos”.

Sobre su futuro político, Díaz recordó que es coherente con la decisión que tomó de no optar a la secretaría general que ocupa Sánchez. “Soy feliz y no pienso en la ciencia ficción, sino en lo que tengo que hacer todos los días, que tengo que abrir hospitales y colegios”.

Díaz criticó la decisión de Podemos de no concurrir a las municipales. “Está demostrado que no tiene un compromiso con los pueblos, las ciudades y los barrios y lo que le ocupa es el poder. Si se puede en España, se puede también en Las Cabezas, en Lebrija o en Cádiz”. La presidenta andaluza reprochó a Podemos el que no hable con claridad más allá de una “retórica que puede sonar bien”, ni que se “moje” con el conflicto de Cataluña. “No lo hacen o porque no quieren o porque no saben y ambas cosas generan desconfianza”.

Dejó muy claro en la entrevista que no contempla hacer cambios en su Gobierno en el último año de la legislatura y también cerró la puerta a la entrada del coordinador de IU, Antonio Maíllo, en un futuro. Maíllo, que siempre ha presumido de que los tres consejeros de la federación se mantienen estables frente a los cambios realizados en los departamentos dirigidos por el PSOE, no descarta ahora entrar en el Ejecutivo para adquirir mayor proyección con vistas a las elecciones autonómicas.

IU ha puesto en marcha una estrategia de distanciamiento con los socialistas con vistas a las municipales. En la asamblea que celebraron la semana pasada aplazaron al mes de junio la convocatoria de un referéndum entre sus bases para salir del Ejecutivo andaluz en el supuesto de que no se apruebe una batería de leyes. En esta reunión, los militantes dejaron en manos de Maíllo efectuar posibles cambios en el Ejecutivo autónomo, en el que IU tiene tres consejerías y la vicepresidencia de la Junta. “Yo no voy a cambiar el Gobierno porque me lo diga una fuerza política. El Gobierno que presido es fruto del acuerdo por Andalucía pero a partir de ahí no puede estar sujeto a las cuestiones internas de las distintas fuerzas políticas. No puedo entender, ni compartir ni admitir que mi Gobierno tenga fecha de caducidad”, subrayó Díaz.

La presidenta socialista dijo desconocer si a IU le “interesa romper el Gobierno”, pero reclamó a sus socios “lealtad” y “madurez para poner en valor lo que ha hecho el Gobierno”. Las relaciones de Díaz con el coordinador de IU son correctas, pero nada más. Ambos se disputan el encarnar un “nuevo tiempo”.