La estocada de Lesmes
Desde el presidente del Partido Popular y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasando por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, hasta el presidente del Consejo General General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, todos ellos, han pronunciado estos días pasados su nombre: el juez Ruz.
Nueve días después de la renuncia de la ministra de Sanidad, Ana Mato, a consecuencia del auto del juez del 26 de noviembre, Lesmes anunciaba el viernes 5 que la Comisión Permanente del CGPJ sacaba la plaza del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, la que ocupa Ruz en comisión de servicios, a concurso junto con otras. Y en la reunión de este martes, día 9, se aprobaba la propuesta.
Nadie ha explicado la razón legal para semejante decisión.
Quizá porque no existe. El artículo 350.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial permite extender hasta dos años la comisión de servicios de un juez. Y por mucho que gentes más numerosas, pero menos concientes, insisten en que Ruz está desde el mes de junio de 2010 en el juzgado el hecho importante es que se le concedió en junio de 2013 una nueva comisión de servicios cuyo límite temporal máximo era el 24 de junio de 2015.
Y es posible que nadie intente explicar esa razón porque la respuesta, como ha dicho un antiguo magistrado a este cronista, es obvia: al PP Ruz le resulta incontrolable. Y punto.
Lesmes le ha dado una estocada importante. Los taurinos no se resistirían a definir la situación: le ha limado los cuernos.
Es hasta cierto punto ocioso entrar en el laberinto construido por el equipo de Lesmes, con el apoyo siempre entusiasta del ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Pero se puede decir alguna cosa.
Lesmes ha confiscado el derecho de Ruz a pedir la renovación para cumplir sus últimos seis meses.
El juez estaba todavía en plazo para hacerlo. En junio pasado, Ruz pidió la prórroga pocos días antes de la fecha del 24 de junio.
Pero Lesmes se le ha adelantado. Le ha dado la "prórroga automática" hasta el 31 de marzo de 2015, cuando se supone que llegará el nuevo magistrado en comisión de servicios, ya que la plaza sigue siendo "propiedad" del magistrado en servicios especiales Miguel Carmona.
Por tanto, Ruz ya no tiene que pedir nada.
Para adornar la estocada, Lesmes le ha dado a Ruz la "opción" de solicitar ser juez de apoyo del juez en comisión de servicios que se haga cargo.
Pero esta presunta oferta supone orillar la nuevas normales legales. Antes la división de trabajo entre jueces titulares (aunque en comisión de servicio) y jueces de apoyo no estaban regladas.
Hoy sí.
Según estipula el artículo 216 bis 2 de la LOPJ, apartado cuarto, el futuro juez titular del juzgado central de instrucción número 5 tendrá que asumir las causas que ya se están investigando, mientras que si finalmente Ruz pide ser juez de apoyo tendrá que hacerse cargo de "los asuntos de nuevo ingreso o pendientes de señalamiento" de juicio oral.
Por tanto, el nuevo juez tendrá algo que decir. Ya con ocasión de ganar la plaza, el magistrado Miguel Carmona, manifestó en julio de 2013 su desagrado tras conocer la nueva comisión de servicios de Ruz y escuchar que éste seguiría instruyendo los asuntos importantes. El que saca la plaza, aunque sea en comisión de servicios, es dueño del juzgado. Y si como se piensa seguramente va a presentarse algún magistrado de ocho trienios de experiencia, es decir 24 años, es prematuro conjeturar.
Habrá que verlo. Lo primero, tiene que pedirlo él. Hay que oír a la sala de gobierno y luego resolver. No está nada decidido sobre Ruz.
Esta frase puede parecer mía. Pero no lo es.
¿Saben de quién es? De Lesmes. Son declaraciones a El Diario.es del sábado 6 de diciembre, publicadas al día siguiente de anunciar como hecho consumado que la plaza que ocupa Ruz salía a concurso.
Por tanto, parafraseando a Lesmes, "habrá que verlo".
Costes, haberlos haylos
Lesmes se había asegurado hasta último momento el apoyo de los dos vocales miembros de la Comisión Permanente para consumar la operación, la juez María del Mar Cabrejas y el ex diputado del PSOE, Álvaro Cuesta.
A tal punto que la operación mediática precipitada el viernes 5 de diciembre, por la tarde, contó con la colaboración inestimable de la juez Cabrejas. La idea era "vender" a los medios que la solución era insospechable, que no se trataba de coartar a Ruz y que se le permitiría terminar la instrucción del caso Gürtel. Y la venta fue eficaz.
Pero el sábado 6, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, denunció las presiones del Gobierno de Rajoy para apartar a Ruz. Acto seguido solicitó que Cabrejas y Cuesta votaran en contra de la propuesta de Lesmes.
Cabrejas expresó enseguida que no estaba de acuerdo. Contempló una posible abstención. Pero, en realidad, lo que le pedía el cuerpo era seguir apoyando a Lesmes.
Cuesta se decantó finalmente por votar en contra. Propuso en la reunión una alternativa: la renovación del mandato de seis meses de Ruz entre el 24 de diciembre de 2014 y el 24 de junio de 2015 conforme al artículo 355 bis que el propio Lesmes invoca, mira por dónde, para sacar la plaza a concurso.
Evitar eso, precisamente, era el objetivo de Lesmes. Cortocircuitar a Ruz.
Lesmes consiguió el apoyo de Cabrejas, que abandonó a quienes le habían encumbrado en el CGPJ, y se unió a los tres votos conservadores (Lesmes, Gerardo Martínez Tristán y Juan Manuel Fernández) para terminar el partido 4 a 1.
Si a esta división se suma la petición de siete vocales del Pleno de que fuese el Pleno y no la Comisión Permanente el encargado de resolver una cuestión de carácter discrecional conferida por el artículo 599.1.4 precisamente al Pleno, observamos que el caso Ruz ha dejado huella.
Cinco de los siete vocales (en realidad los siete están de acuerdo pero no se les pudo consultar en el momento) han anunciado que estudian un posible recurso contencioso-administrativo contra la decisión de la Comisión Permanente sobre Ruz y están a la espera de la respuesta de Lesmes a su petición del viernes 5.
Hay que ver si llegarán tan lejos. Porque tienen muchas poibilidades de ganar sobre todo después de que la Comisión Permanente debatiera y aprobase la Operación Ruz.
¿Por qué?
Porque se ha confirmado lo que la carta dirigida a Lesmes por los siete vocales adviertía el viernes 5. Y es que la "propuesta" de sacar la plaza que ocupa Ruz en comisión de servicios a concurso suponía una decisión discrecional sujeta a valoraciones y alternativas.
La prueba: que Álvaro Cuesta, mirmbro de la Comisión Permanente, propuso aplicar el arttículo 355 bis y prorrogar seis meses la comisión de servicios de Ruz hasta junio de 2015. Y que hubiera sido sometido a votación en la que uno de los miembros, Cuesta, votó en contra de Lesmes.
Puede parecer un asunto baladí. Pero Lesmes no gana para sustos con la Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, del Tribunal Supremo, máxime cuando acaba de conocer que se ha anulado el nombramiento de un letrado, Álvaro Domínguez, por ser considerado fraudulento, al excluirse a aspirantes con más valía. Hay que recordar que es el primer revés en materia de nombramientos y data de los primeros que hizo nada más llegar, en enero de 2014, Lesmes.
Puede haber otros reveses marchando ya que Lesmes es un adicto a sustraer temas al Pleno para resolver con su grupo de amigos, ahora ampliado a Cabrejas, en la Comisión Permanente.
La clarificación de la situación de Cabrejas, por otra parte, aflora una situación que ya era evidente. La luna de miel en el interior de la Comisión Permanente parece haber tocado a su fin.
¿Qué hará el juez Ruz?
Por de pronto, ya no puede pedir la prórroga. Ha sido prorrogado forzosamente. Nadie le ha pedido opinión. Rajoy, Catalá y Lesmes pronuncian su nombre. Pero nadie cuenta con su parecer.
Ruz tiene por delante dictar el auto de apertura de juicio oral en la pieza separada Gürtel 1999-2005. Ha dado treinta días (diez más que lo establecido legalmente) al Ministerio Fiscal y a las acusaciones populares. Las defensas exigirán a continuación un plazo similar. Nos vamos a finales de febrero primeros de marzo. Además están los recursos al auto del 26 de noviembre.
Hasta bien avanzado el mes de marzo Ruz no podrá dictar el auto de apertura de juicio oral. Luego elevará la pieza a la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, sección segunda, la cual recabará los medios de prueba y procederá a señalar fecha del juicio oral, a cinco meses vista, habida cuenta de que es una causa con preso (Luis Bárcenas) Esto es: último trimestre de 2015.
En enero, febrero y marzo, Ruz, pues, podrá trabajar en las otras dos piezas pendientes de Gürtel, entre ellas los Papeles de Bárcenas o la contabilidad B del PP.
Con todo, Ruz tiene pendientes diligencias en otras investigaciones: Barça-Neymar-Rosell y Jordi Pujol Ferrusola.
Fuentes consultadas señalan que Ruz no tirará la toalla tras las maniobras del CGPJ y los ataques del PP y que, contra el presunto desánimo que lo embargaría, cosa que han transmitido a Lesmes algunas fuentes de la Audiencia Nacional, manifiesta sentirse con fuerza para terminar su trabajo.
Da la impresión, según estas fuentes, de que Ruz ha decidido tomar al pie de la letra lo que se ha dicho en el CGPJ y exprimir el limón hasta la última gota.
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