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medio ambiente

150.000 firmas contra las prospecciones en el Mediterráneo

El Ministerio de Medio Ambiente debe resolver antes del 10 de diciembre si permite una campaña sísmica para buscar hidrocarburos en el golfo de Valencia

Elena G. Sevillano
Concentración en la playa de Can Pere Antoni en Palma de Mallorca contra las prospecciones, en octubre pasado.
Concentración en la playa de Can Pere Antoni en Palma de Mallorca contra las prospecciones, en octubre pasado. efe

La oposición a las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo toma nuevo impulso ante la inminencia de la primera declaración de impacto ambiental (DIA) que el Ministerio de Medio Ambiente tiene que conceder, o denegar, a Cairn Energy, una multinacional que quiere investigar la posible presencia de hidrocarburos en el golfo de Valencia. Esta mañana Greenpeace y la Alianza Mar Blava han entregado en la sede del ministerio 150.000 firmas contra los tres proyectos que están actualmente activos.

Las autoridades medioambientales recibieron el expediente completo de Capricorn Spain Limited, subsidiaria de Cairn, el 10 de septiembre pasado, por lo que antes del 10 de diciembre --el plazo para formular la DIA es de tres meses-- se tiene que saber si el proyecto cumple o no los criterios medioambientales para ser aprobado.

Carlos Bravo, coordinador de la Alianza Mar Blava, considera que sería "disparatado" que la declaración de impacto ambiental fuera positiva. "A las 150.000 firmas que hemos recogido en distintas plataformas por internet se suman 128.000 alegaciones que otros tantos ciudadanos han presentado a título individual para oponerse a estos proyectos y que constan en los expedientes", explica.

Administraciones como el Gobierno de Baleares (del Partido Popular), patronales, asociaciones científicas y ONG llevan meses manifestando su oposición a las prospecciones de hidrocarburos en el Mediterráneo. "De nuevo asistimos al enorme rechazo de la sociedad española a las prospecciones. Un rechazo que el Gobierno ignora una y otra vez pues antepone, como hemos visto en Canarias, los intereses de multinacionales a la defensa del medio ambiente", ha asegurado hoy Julio Barea, de Greenpeace.

Las organizaciones ecologistas defienden que estos proyectos, que consisten en realizar campañas sísmicas en amplias zonas marítimas, pondrían en peligro a distintas especies naturales, entre ellas al zifio de Cuvier, un cetáceo muy sensible a los efectos de la contaminación acústica que generan estas prospecciones.

La exploración sísmica marina permite confirmar si hay estructuras geológicas susceptibles de almacenar hidrocarburos. Una embarcación recorre la zona arrastrando unos cañones de sonido de aire comprimido que emiten sonidos cada 10 segundos que atraviesan la capa de agua y parte del subsuelo y rebotan hacia la superficie. Los ecos que generan se graban, los datos se procesan y sirven para elaborar mapas de las estructuras marinas.

Bravo cree que la reciente DIA desfavorable de un proyecto similar frente a las costas de Málaga y Granada (campaña sísmica Chinook) indica que tampoco en el caso de las prospecciones que rodean las islas Baleares se dará permiso medioambiental. En el texto de la resolución, el Ministerio de Medio Ambiente recoge las distintas afecciones al medio ambiente, entre ellas, a los cetáceos: "El ruido submarino resultante de las prospecciones sísmicas supone una amenaza potencial para todas las especies de cetáceos (desde perturbaciones físicas y de comportamiento, incluida la interrupción de la alimentación y el desplazamiento a otras áreas menos óptimas, a lesiones de diversa magnitud e irreversibilidad, varamientos e incluso la muerte)".

En cuanto al zifio de Cuvier, señala: "Está demostrada la relación directa entre actividades de prospección sísmica y varamientos. Hay que señalar, además, que esta especie es muy difícil de detectar debido a sus hábitos de buceo largo y profundo". "El zifio de Cuvier, que acaba de conseguir mayor protección en una reunión reciente del Convenio de Bonn sobre conservación de especies migratorias, también se encuentra en la zona del golfo de Valencia, así que por coherencia también en este caso la DIA debería ser desfavorable", señala Bravo.  

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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