El gasto en cáncer de pulmón es un 50% inferior al de colon
Los especialistas en tumores del tracto respiratorio reclaman un mayor esfuerzo inversor La media europea es de ocho euros por habitante frente a los 5 que destina España
Cada año mueren por cáncer de pulmón 21.100 personas en España, las mismas víctimas que se cobran los tumores de colon, mama y páncreas juntos. El gasto para combatir las neoplasias de pulmón (220 millones de euros anuales) supone la mitad del que se destina para tratar a los pacientes con tumores de colon y recto, y es un 60% inferior al coste de los tratamientos de las pacientes de mama. El Grupo Español de Cáncer de Pulmón ha acudido a los últimos estudios publicados para exigir, con motivo de la conmemoración, el próximo lunes, del Día Internacional de esta patología, el mismo esfuerzo inversor “que ya se ha realizado en tumores de gran incidencia como mama o próstata” y mejorar la supervivencia de esta enfermedad tan letal.
Los oncólogos especializados en pulmón aluden al estudio de costes más reciente elaborado sobre cáncer en Europa, publicado por The Lancet con datos de 2009, para detallar el agravio comparativo que, denuncian, sufre la atención a los casos de pulmón si se comparan con los recursos que reciben otros tumores. El estudio de costes aborda tanto los gastos directos, relacionados con la asistencia sanitaria, como los indirectos, vinculados a la productividad por los años de vida perdidos.
Además de un menor gasto asistencial en pulmón que en otros tumores, las neoplasias pulmonares se traducen en una pérdida de productividad de 738 millones de euros, un 64% más que en colon y un 73% más que en mama. “Deberíamos replantearnos esta equivalencia”, insiste Bartomeu Massuti, secretario del GECP y jefe de oncología del hospital General de Alicante.
Hay motivos que explican que los costes asistenciales sean más reducidos. Josep Maria Borràs, responsable de la estrategia nacional contra el cáncer del Ministerio de Sanidad, destaca a este diario que la supervivencia en estos pacientes tiene unas medianas de 11 meses, frente a los seis años en el caso de colon o 12 o 14 años en mama. Como la atención sanitaria es más breve –y suele ser menos costosa, ya que no requieren tanta cirugía como en el caso del colon o la mama-, los costes asociados son más reducidos que otros enfermos con mayores tasas de supervivencia, que necesitarán cuidados durante más tiempo. Ello justifica, en parte, el menor gasto sanitario asociado a esta enfermedad que refleja el estudio, pero no del todo.
Hay países que con un mismo gasto que España para tratar todos tumores, hacen un mayor esfuerzo con las neoplasias pulmonares. Es el caso de Italia. El dinero que destina para tratar todos los tipos de neoplasias es similar al de España (96 euros por habitante); sin embargo, mientras, de esta cantidad, Italia dedica ocho euros por persona en el caso del pulmón (que es el gasto medio), en España son cinco, entre los más bajos de Europa. En mama, próstata o colon, los datos son otros, y España se encuentra entre los 12 países con mayor inversión. A estas diferencias se refieren los oncólogos del GECP.
Massuti comenta que los resultados en prevención primaria -que en cáncer de pulmón es sinónimo de programas de deshabituación para fumadores o medidas como la ley anritabaco- son buenos, pero reclama otras cuestiones pendientes en las que se puede trabajar más. Es el caso de la detección precoz y la terapia personalizada.
Es cierto que ni siquiera algunos de los los programas de cribado más consolidados, como el de detección de cáncer de mama, cuentan con el apoyo unánime de la comunidad científica. Más aún sucede con el de pulmón, en el que se está a la espera de un importante análisis de coste-beneficio en Europa en poblaciones de riesgo, como grandes fumadores. Pero se están dando pasos en esta dirección. El Medicare, la cobertura asistencial que presta EE UU a los jubilados, acaba de incluir entre sus prestaciones el cribado con TAC en su cartera de servicios tras haberla rechazado a principios de año.
El otro aspecto que apuntan los 300 oncólogos asociados al GECP se refiere a la necesidad de garantizar el acceso a los test genéticos en igualdad de condiciones en todo el país. En torno al 20% de los tumores de pulmón tienen alteraciones que pueden tratarse con fármacos orales específicos y que mejoran los resultados de la quimioterapia convencional en términos de supervivencia, eficacia y tolerancia. Se trata de tumores no microcíticos, con biomarcadores positivos a proteínas EGFR, con alteraciones en el gen ALK, o mutaciones en el ROS1; que se suelen dar en pacientes más jóvenes que la media y fumadores leves o incluso no fumadores. Estos test se suelen practicar en la mayoría de los hospitales, según Massuti, pero no existe una estructura organizada para poder sistematizar estos estudios, como sucede en otros países, como Francia.
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