Halladas larvas de gorgojo en la sopa de seis colegios de Castilla y León
La presencia del insecto se detectó al servir la comida a los escolares El Gobierno regional investiga el incidente cuyo origen está en un lote de pasta
La Junta de Castilla y León investiga un incidente que ha puesto el foco sobre la calidad de los menús escolares y las inspecciones a las empresas que los suministran. La firma de cátering Serunión sirvió el pasado 9 de octubre en seis colegios públicos —cinco de León y uno de Segovia— sopa con pasta en la que se hallaron larvas de gorgojo, un insecto que ataca a todo tipo de cereales y que se produce por una mala conservación del grano. Las larvas estaban muertas con lo que, si los niños las hubiesen ingerido —cosa que no está clara— no entrañaría ningún peligro para la salud. Serunión es una firma veterana que alimenta a cerca de 450.000 personas cada día y tiene un historial manchado por incidentes puntuales de este tipo.
“La empresa empezó a servir por primera vez el 10 de septiembre y antes de este suceso ya habíamos recibido algunas quejas”, cuenta María del Mar Albala, la tesorera de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio Antonio Valbuena (León). La gente se quejaba de que las raciones son escasas, las cremas ácidas y aguadas, las patatas duras, y ahora... la sopa con gusanos”.
“Estamos haciendo un seguimiento completo del producto y su trazabilidad”, dice la empresa
Las larvas de gorgojo se detectaron durante el emplatado, en el mismo momento en el que los monitores servían a los chavales. Las raciones —que se preparan en Valladolid y se distribuyen en transporte adaptado— fueron retiradas inmediatamente y, según el informe de la Consejería de Educación de Castilla y León, “ningún alumno ingirió la sopa”. “En nuestro centro sí”, cuestiona Albala. “El plato no se retiró hasta que un alumno de 11 años salió de clase, se lo comentó a su madre y esta a una monitora. Para entonces los más pequeños ya habían comido”.
La investigación ha determinado que el problema está en una partida de pasta envasada en un paquete de cinco kilos, cuya fecha de caducidad era 30 de noviembre de 2016. ¿Cómo se explica entonces la presencia del insecto? “Hay muchos tipos de gorgojos pero el tribolium y el tenebrio suelen presentarse en harinas”, explica José Antonio Escario, director del departamento de Parasitología de la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense. “Se producen por una mala conservación del grano, por exceso de humedad y calor. Es una plaga”, señala. Estos gorgojos son transmisores de pequeñas tenias y de bacterias. Eso si están vivos. Al haber muerto hervidos, como es el caso, ingerirlos no hace ningún daño.
El Gobierno de Castilla y León va a contratar una auditoría externa para que investigue lo ocurrido y promete verificar “que la empresa fabricante del producto y la distribuidora cumplen con toda la normativa higiénico-sanitaria”. Tal afirmación conduce a preguntarse si hasta ahora no se hacía. “Sí, hay inspecciones diarias in situ en los comedores de los colegios y periódicas en las empresas”, asegura una portavoz. Si se determina que ha habido una negligencia —añadió este jueves el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez— se actuará de forma “severa” y con “contundencia”.
Las larvas estaban muertas, con lo que su ingesta no entrañaría riesgos para la salud
La empresa Serunión, que sirve alrededor de 84 millones de menús anuales en escuelas, empresas, hospitales y centros de ancianos, ha retirado y destruido el lote afectado y está trabajando con los proveedores para detectar el origen del problema. “Estamos haciendo un seguimiento completo del producto y su trazabilidad”, señalan desde la empresa. “En ningún caso se ha puesto de manifiesto el incumplimiento de ninguno de los protocolos de actuación”. La compañía emplea tal volumen de materia prima para la elaboración de los menús que no almacena productos. Ni siquiera alimentos secos como la pasta.
Serunión ha estado en el foco de la polémica en más de una ocasión. En 2007 perdió el contrato para alimentar a 500 escolares en Granada y tuvo que hacer frente a la intoxicación de un centenar de niños en Sevilla por un problema en la manipulación de los alimentos. En 2012, pasó por el mismo trance que está atravesando ahora: alumnos de un colegio de Alicante detectaron gusanos en la sopa. “Lo ocurrido ha sido un incidente puntual, aunque es habitual y frecuente y nosotros que trabajamos en un número elevado de centros de toda España, todos los años detectamos algunos casos”, dijo entonces una representante de la empresa a Europa Press.
El episodio reciente más grave ocurrió el pasado mayo, cuando se halló una cuchilla en el menú del comedor municipal de Ciutat Antiga de Mallorca. La empresa fue condenada a una multa de 908 euros.
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