El jefe de Policía de Baleares ataca los pactos con delincuentes arrepentidos

El jefe superior de la Policía de Baleares, Antonio Jarabo, se ha enfrentado a la Fiscalía y a los jueces al atacar los tradicionales pactos con delincuentes arrepentidos. El mando policial dijo asumir la “zozobra” que causan, entre personas legas, los acuerdos de conformidad que permiten a determinados delincuentes “distraerse o aminorar” sus responsabilidades ante la justicia “sin un claro arrepentimiento”.

Decenas de casos delictivos que han terminado con penas de cárcel o devolución de dinero sustraído se han resulelto en Baleares de esta manera, tras acuerdos impulsados por los fiscales. Por eso la irritación del ministerio público fue inmediata. La Unión Progresista de Fiscales (UPF), que lidera a los profesionales anticorrupción en las islas, tildó de “absolutamente deplorable” que un cargo policial “censure públicamente a otra institución del Estado por cumplir las funciones que legalmente le están encomendadas con plena sujeción al ordenamiento jurídico”.

La UPF, manifiesta “su más profundo desagrado” por la posición pública del jefe policial y vindica los acuerdos entre “acusación y defensa”, fórmula legalmente reconocida “sin cuya existencia la administración de justicia quedaría colapsada en un breve plazo”.

El jefe policial Jarabo es un cargo de confianza del PP que procede de las unidades antidisturbios, los llamados internamente botas. Lanzó su estudiada proclama ante cientos de agentes y, en especial, ante la plana mayor de la judicatura, fiscalía y autoridades baleares. En su discurso, en el día del Cuerpo Nacional de Policía celebrado este jueves, formuló una genérica censura de la corrupción y condecoró a cargos policiales, entre ellos Antonio Cerdá, jefe de la Brigada Juducial artífice de la investigación de muchos casos cerrados y en trámite.