Linde recalca que los bancos catalanes saldrían del euro con la independencia
El gobernador del Banco de España dice que es su función lanzar esta "advertencia"
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, lanzó ayer un mensaje ante la convocatoria de la consulta catalana del 9-N. “Si un pedazo de un país que es miembro de la UE se separa de ese país, eso conlleva que el nuevo país deja de formar parte de la unión monetaria y los bancos domiciliados en el mismo dejan de tener acceso al Banco Central Europeo (BCE). Esas son consecuencias automáticas e inevitables”, afirmó. Linde, que compareció en el Congreso para comentar los Presupuestos de 2015, consideró que el Banco de España cumple con su función trasladando “esta advertencia”. “Cuando un banco solo tiene acceso al [mercado de crédito] interbancario y no al BCE, no es lo mismo. Es como si fuese un banco chino o norteamericano”, insistió ante las preguntas de los portavoces de CiU y UPyD sobre el impacto en las cuentas públicas del soberanismo, y tras la advertencia que ha hecho la agencia Fitch sobre la evolución de la deuda catalana.
Sobre las tesis que insisten en que una Cataluña independiente no tendría por qué abandonar el euro, el gobernador manifestó: “Habrá quien diga que eso se puede negociar y que puede evitarse. Son palabras que no son reales y no responden a lo que ocurriría”.
Puso de ejemplo a otros países “dolarizados” que están fuera del “paraguas” de la Reserva Federal. Linde concluyó asegurando que “la garantía de los depositantes de un banco que no tiene acceso al BCE es muy distinta”.
El aviso está dirigido a CaixaBank y Banco Sabadell. Ambas entidades han utilizado la financiación barata del BCE, al igual que sus competidores, y tienen todos sus activos denominados en euros, por lo que sufrirían un grave perjuicio si cambian a otra moneda más débil, como sería previsiblemente la catalana. Ambos se juegan mucho: CaixaBank controla un 33% del mercado catalán y el Sabadell, casi el 14%. La entidad que preside Isidro Fainé trabaja con el 57% de los clientes bancarios catalanes, frente al 15,7% del Sabadell. Sacar su sede de Cataluña sería una manera de seguir en el euro, pero les causaría grandes problemas comerciales en el territorio de origen.
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