Sánchez defenderá en Cataluña la reforma de la Constitución, pero no la consulta

El primer acto de Pedro Sánchez como líder del PSOE se celebrará este sábado en Cataluña ante sus compañeros del PSC. Una semana antes de que Sánchez sea avalado en el congreso extraordinario como secretario general, otro de las mismas características excepcionales celebran este sábado los socialistas catalanes que elegirán como primer secretario a Miquel Iceta. La relevancia del socialismo catalán para el resto de sus correligionarios es muy intensa como se demostrará en la representación de primer nivel que asistirá a este cónclave. Susana Díaz, presidenta del Gobierno andaluz, es una de las invitadas, no sólo a asistir sino a tomar la palabra. El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, también estará con sus compañeros. Ante todos ellos, Pedro Sánchez defenderá y se comprometerá a trabajar por la reforma de la Constitución para que Cataluña se sienta más cómoda y reconocida dentro de España. En ningún caso el futuro secretario general del PSOE admitirá una consulta para preguntar a los catalanes sobre su relación con el resto de España.

Ni legal ni ilegal. En la localidad de L’Hospitalet de Llobregat los socialistas catalanes reciben a Pedro Sánchez, al que invitarán a subirse a la tribuna. En un momento de crisis, zozobra e incertidumbre en el socialismo catalán por su imparable deterioro electoral, se plantean de nuevo qué mensaje deben dirigir a la sociedad catalana para recuperar su apoyo, sobre todo perdido ante el proceso soberanista. Si Miquel Iceta puede este sábado lanzar un discurso matizadamente distinto del de su antecesor Pere Navarro, nada cambiará en el PSOE de Pedro Sánchez en relación con el de Alfredo Pérez Rubalcaba. Durante su campaña por el liderazgo del PSOE ganador, aunque también con los mismos parámetros lo hizo Eduardo Madina, defendió la reforma constitucional pero en ningún caso la consulta soberanista. En esta tesis se va a reafirmar Pedro Sánchez, según aseguran fuentes de su entorno.

En pleno forcejeo sobre el contenido de la reunión que mantendrán próximamente Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, y Artur Mas, presidente de la Generalitat, Pedro Sánchez alzará la voz en Cataluña para pedir a ambos que sienten las bases para abrir la negociación sobre la reforma constitucional. Los socialistas, liderados por Pedro Sánchez, y con la estela que ha dejado Pérez Rubalcaba en la misma línea, se comprometerán a trabajar para que empiecen las negociaciones. El PSOE quiere estar en ellas junto al PP y el resto de las fuerzas políticas.

Esta es otra de las líneas que este viernes preparaba Pedro Sánchez para su intervención. “La declaración de Granada nos une a todos los socialistas”. Con este recordatorio el líder socialista se meterá también de lleno en las previsibles discrepancias que puedan surgir con el socialismo catalán a partir de ahora. El 6 de julio del año pasado todos los líderes territoriales del PSOE y el primer secretario del PSC, Pere Navarro, firmaron en Granada un documento que, en efecto, les unió. Un pacto territorial, la España de todos era el título de la declaración que para el PSOE sigue plenamente vigente. ¿Y para el PSC? En términos generales, también es absolutamente aprovechable, pero hay matices que se plasmarán en este congreso extraordinario de los socialistas catalanes.

El líder socialista y Susana Díaz arroparán a Iceta en su congreso

Miguel Iceta tendrá que pronunciarse sobre si la teoría de su antecesor, respecto a la declaración de Granada, es válida para este tiempo en el que avanza el proceso soberanista en Cataluña. Esa teoría consistió en señalar que el PSC estaba satisfecho por lo aprobado en la ciudad andaluza porque se cumplían “las cuatro erres”: reconocimiento, recursos, reglas y representación. En esa declaración de todos los socialistas se abogaba por la reforma de la Constitución para “incorporar los hechos diferenciales y las singularidades políticas, institucionales, territoriales y lingüísticas, como expresión de la diversidad de España”. Además de ese reconocimiento político, esa reforma debía de entrañar “un nuevo sistema de financiación autonómico justo y equitativo, que dé estabilidad y equilibrio al sistema de reparto de recursos posibles”. Por tanto, también la declaración aún vigente y que está dispuesto a defender Sánchez propugna una nueva financiación.

La mayor de las cercanías tratará de expresar el político madrileño con sus compañeros pero, sobre todo, con Cataluña. “La separación no resolverá los problemas de desigualdad, de desempleo, de falta de servicios sociales y de falta de recursos sociales, que aquejan a los catalanes como al resto de los españoles”. Esta referencia que hará también Pedro Sánchez va dirigida especialmente al electorado catalán que durante mucho tiempo se vio representado por el PSC y empezó a abandonarlo en proporciones que ahora ya son dramáticas, como se comprobó en las elecciones europeas del pasado 25 de mayo.