Mohamed VI ofrece al Rey un gesto con la firma al fin del acuerdo de pesca con la UE
Los monarcas españoles acuden a Rabat en pleno Ramadán para sellar las buenas relaciones en herencia de don Juan Carlos
El Iftar es el momento clave del día con la ruptura del ayuno en el mes sagrado del Ramadán y se fija cuando se pone el sol. Este lunes 14 de julio se estableció a las 19.44 horas. Y a esa hora comenzó en el Palacio Real de Rabat la celebración principal de la primera jornada de la "visita de presentación" que los nuevos reyes de España realizarán durante dos días al monarca de Marruecos. Es más que una cena oficial, es un momento especial, de reencuentro familiar y también para empezar las citas de trabajo y las reuniones, tras el parón del día. Y el de esta ocasión resultó muy esperanzador, sobre todo para los pesqueros españoles a la espera de que Mohamed VI firmara el pacto que les permitirá faenar en caladeros marroquíes. El rey de Marruecos le confirmó a Felipe VI durante esa cena que lo había sellado al fin y el monarca español le "agradeció el gesto".
El viernes pasado, tras el Iftar de ese día, desde la Casa Real marroquí se avisó a la Embajada de España de que el rey Mohamed VI iba a firmar durante el fin de semana el decreto del acuerdo de pesca negociado durante meses con la Unión Europea y que tiene estancados en sus puertos a 126 barcos españoles. Fue algo más que un gesto de buenas intenciones. En Marruecos el anuncio, sin embargo, aún no se había hecho público y fueron fuentes del Ministerio de Exteriores español las que lo ratificaron oficialmente a EL PAÍS tras sus contactos con sus homólogos ya en suelo marroquí.
Los reyes de España aterrizaron este lunes en el aeropuerto de Sale-Rabat y en la escalerilla les esperaban para darles los dos besos de bienvenida el rey de Marruecos, Mohamed VI, su esposa la princesa Lalla Salma y otros miembros de la familia real marroquí. No suelen tener esas deferencias con todos los jefes de Estado y tampoco se organizan este tipo de visitas en Ramadán. Sí las conceden si tienen que ver con la Casa Real española. De hecho así sucedió igual justo hace un año con el encuentro con don Juan Carlos.
Felipe VI y Mohamed VI, que no se conocen mucho, tienen 46 y 51 años y podrían pertenecer a una misma generación, se montaron juntos en enorme auto negro y se dirigieron hacia la plaza Méchouar, en el Palacio Real, para cumplimentar los recibimientos, los himnos, las salvas, la revista a las tropas y el saludo al Gobierno marroquí casi en pleno, así como a las delegaciones y el cuerpo diplomático. La reina Letizia llegó en otro clásico Mercedes 600 negro con la princesa Salma Lalla, ambas de traje.
Luego, tras las estampas, el calor de rigor y un encuentro de media hora entre ambos monarcas, las dos comitivas se dirigieron al Palacio Real de Huéspedes para prepararse para el Iftar al que estaba previsto que acudieran 300 invitados de la máxima relevancia en Marruecos, aunque el festejo competía anoche también con la tradicional fiesta montada por la legación francesa del 14 de julio. La Casa Real de Marruecos decidió por su cuenta excluir de ese evento a los corresponsales españoles fijos acreditados en Rabat y permitió la entrada a algunos invitados enviados especiales desde Madrid. La Casa Real española aceptó ese trato. Luego, tras la mediación del Ministerio de Asuntos Exteriores, se añadió a esos invitados al corresponsal de EL PAÍS, el único periódico que había quedado en principio marginado de la cita.
En las pequeñas charlas privadas entre ambos reyes está programado que hablen en francés, aunque en la cena del lunes predominó el español, y entre los asuntos que podrían abordar, aunque ambas casas reales nunca confirman estos aspectos, están los propios de las agendas bilaterales que preocupan a los dos países y que pasan por uno de sus mejores momentos de la historia. No habrá grandes puntos de conflicto ni graves problemas. Las aristas, si existen, están eliminadas del programa: como las denuncias de violación de los derechos humanos o el conflicto del Sáhara Occidental. En el plano más personal ambos encaran retos políticos e institucionales claves en sus naciones y en sus casas reales, aunque Mohamed VI cumple dentro de dos semanas 15 años ya en el trono.
El último escollo pendiente tenía que ver con el acuerdo de pesca negociado con la Unión Europea en su conjunto pero que tenía a España como país más perjudicado. El anterior pacto estuvo mucho tiempo prorrogado, luego se retomó la negociación durante meses, se llegó a una solución, se firmó por ambas partes y solo aguardaba a que el rey marroquí firmase ese decreto. Pero llevaba medio año sin querer hacerlo. Entonces se conoció que la Unión Europea había cambiado sobre la marcha las condiciones de importación del tomate marroquí, que mantiene durante muchos meses al año un precio y una calidad alta y ha copado el 84% de las compras de este fruto desde la UE. En los últimos años se ha pasado de exportar 300 toneladas a casi 90.000. Y el precio de referencia estaba bloqueado hacía 15 años.
Marruecos sostenía que la UE había variado las condiciones unilateralmente, que eso podría perjudicar a 30.000 trabajdores y usó durante este periodo el poder real de bloqueo para presionar con la paralización de los 126 barcos españoles de Canarias, Galicia, Cádiz y Huelva que pretenden faenar en sus caladeros. Sobre todo la sardina. Las cofradías de pescadores de esas zonas y las patronales hortofrutícolas de Murcia y Almería también presionaron al ejecutivo español, que envió hace pocas semanas al ministrro de Exteriores, José Manuel García Margallo a Rabat a ultimar las fechas y flecos del viaje pero también a gestionar una solución a este problema. El asunto, tras varios anuncios frustrados, parece que ahora sí arrancará y la coincidencia con la visita real no parece ser casual.
Marruecos es ahora nuestro primer mercado africano desde el punto de vista comercial, y el segundo fuera de la UE tras EE UU, con una cuota del 2,4%. España es su primer proveedor desde 2012, con una cuota de mercado en 2013 del 13,5%, frente al 12,7% francés. Marruecos es el país con un mayor número de empresas españolas instaladas (casi 300 filiales registradas) y es el segundo, después de EE UU, a donde se dirigen más compañías comercializadoras (19.138 en 2013).
Fuentes diplomáticas en Rabat aseguran que ambos reyes hablarán también de otros ámbitos de colaboración y cooperación, como los temas de seguridad e inmigración, de gran preocupación para ambas partes y que están en muy buen momento. Marruecos lleva ya cuatro días en estado de máxima alerta ante la amenaza "seria y real" de un posible ataque terrorista de alguna de las células terroristas yihadistas de marroquíes combatientes en Siria e Irak y que el Ministerio del Interior marroquí teme que puedan querer atentar ahora en su territorio. La Guardia Civil y los gendarmes marroquíes finalizaron la semana pasada una operación conjunta antidroga con la detención de una veintena de personas y la aprehensión de cuatro aviones tipo Cessna y 23 vehículos.
El rey Mohamed VI le confirmó en persona a Felipe VI que además de firmar el acuerdo de pesca había dado su rúbrica a otros dos convenios bilaterales pendientes.
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