Los Reyes aparcan los asuntos delicados en su viaje a Marruecos

Los Reyes inician hoy un viaje de dos días a Marruecos, el tercero desde la proclamación el pasado 19 de junio, tras El Vaticano y Lisboa. Será la primera monarquía que visitan como Reyes y coincide en pleno ramadán. Ya le ocurrió lo mismo en julio del año pasado a don Juan Carlos, que guarda una excelente relación con Mohamed VI, algo que su hijo empezará a cultivar ahora. La siguiente parada en la gira de presentación de los nuevos Reyes será París, el próximo 22 de julio.

Don Felipe y doña Letizia serán recibidos esta tarde en el aeropuerto de Rabat por el rey marroquí y su esposa, la princesa Lalla Salma. Los cuatro serán escoltados por una unidad de la Guardia Real a caballo hasta el palacio real, donde Mohamed VI y Felipe VI mantendrán un encuentro, con sus respectivas delegaciones oficiales. Los Reyes viajan a Marruecos acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. Al caer la tarde, Mohamed VI ofrecerá a don Felipe y doña Letizia una cena oficial para romper el ayuno por el ramadán.

En la segunda jornada del viaje oficial, mañana, Felipe VI se entrevistará con el primer ministro, el presidente de la Cámara de Representantes y el de la Cámara de Consejeros marroquí y posteriormente, como es habitual, visitará, con doña Letizia, el mausoleo del padre y el abuelo del actual monarca alauí. Además, la Reina visitará, acompañada por la princesa Lalla Salma, un centro de investigación sobre el cáncer, en tanto que don Felipe, con Mohamed VI, verá un centro de formación para mujeres y otro de hostelería y turismo.

El viaje se produce en un buen momento en las relaciones entre ambos países, aunque de máxima alerta de seguridad por temor a atentados en Marruecos. Hace tres días, el Gobierno del islamista moderado Abdelaziz Benkiran elevó al máximo esa alerta por temor a ataques de células yihadistas procedentes de Irak y Siria. Los servicios de información marroquíes consideran “seria y real” la amenaza. En los últimos 10 años, Marruecos ha desarticulado 65 células de este tipo. La colaboración con España en esta materia es muy fluida, según fuentes de ambas partes.

Los asuntos delicados se han aparcado. Algunas organizaciones, como Amnistía Internacional, han pedido por carta a Felipe VI que haga “gestiones para lograr avances” en la defensa de los derechos humanos, incluido el Sahara, pero no está previsto que se hable del asunto. A cambio, en Marruecos apenas se escucha la histórica reivindicación de Ceuta y Melilla, a las que antes solían referirse como “presidios ocupados”. El escollo aparentemente insalvable tiene que ver con la pesca. Marruecos y la UE firmaron el pasado diciembre un nuevo acuerdo, pero no se aplica y al menos 125 barcos españoles siguen sin poder faenar.