Rajoy pone a prueba la disposición del nuevo PSOE a pactar
Los socialistas se desmarcarán del resto de socialdemócratas europeo y no apoyarán a Juncker
Se ha cerrado lo que quedaba de la etapa parlamentaria de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE. El aún líder socialista no solo no intervino en el debate sobre la última cumbre europea y en la última sesión de control del curso, sino que ni siquiera estuvo en el Hemiciclo. Hoy votará por última vez y en septiembre ya no estará en su escaño.
En el Pleno, estuvo presente este proceso de transición, porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de forma implícita instó al principal partido de la oposición a mantener los acuerdos pasados como el de política europea y a suscribir nuevos como el que él identifica con la palabra regeneración. El domingo ya pidió Rajoy al nuevo PSOE que se mantenga firme frente a la consulta soberanista en Cataluña y tuvo respuesta positiva de los tres candidatos a liderar el PSOE. Ayer amplió la petición de consenso a la política europea y a las medidas de regeneración, especialmente la elección directa de alcaldes para la que tiene mayoría suficiente para sacarla adelante, pero todos los cambios de ley electoral se han hecho siempre con acuerdo entre los dos.
Sobre el primero asunto, Rajoy se centró en el nombramiento en breve del conservador Jean Claude Juncker como presidente del Consejo Europeo.
Rajoy instó a la oposición a apoyar ese nombramiento en el Parlamento europeo y a suscribir una agenda política para Europa, para lograr estabilidad para nuestro país. “España tiene que recupera la confianza de los ciudadanos. Para ello son necesarios certeza y estabilidad institucional capaces de resolver adecuadamente nuestros problemas. Abogo para que el próximo 15 de julio el apoyo a Juncker no se traduzca únicamente en un voto de investidura, sino que las fuerzas políticas que buscan el progreso de Europa sean capaces de acordar también una agenda de legislatura en línea con lo aprobado por el Consejo Europeo”, dijo.
En su opinión, “Juncker es una persona de gran experiencia, un europeísta convencido y un gran amigo de España”.
El presidente desgranó la agenda de propuestas que el luxemburgués ha asumido para impulsar en los útimos años y que ha recibido el apoyo del último Consejo Europeo, incluidos los gobiernos socialdemócratas como el del italiano Matteo Renzi y el francés François Hollande.
El Gobierno considera el voto a Juncker como parte del acuerdo entre los principales grupos políticos de la UE que ha llevado a la presidencia del parlamento europeo al socialdemócrata Martin Schulz y espera que el PSOE cumpla su parte de ese supuesto pacto.
Fuentes de la Moncloa, aseguran que esa votación será la prueba de las intenciones de su nuevo líder, una manera de tomar el pulso a su voluntad de llegar a acuerdos. De hecho en la legislatura solo ha habido dos pactos claros entre el Gobierno del PP y el PSOE: los nombramientos institucionales y la política europea, sobre la que hubo hasta una resolución conjunta del Congreso.
Sin embargo, casi con toda seguridad los socialistas españoles se desmarcarán del resto de socialdemócratas europeos y no apoyarán al conservador en el parlamento europeo el próximo 15 de julio.
Los tres candidatos a liderar el PSOE (Eduardo Madina, Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias) han dicho abiertamente que están en contra de ese apoyo. Consideran que deben ser coherentes con la posición que mantuvo el partido durante la campaña electoral y no apoyar al candidato conservador.
La elección de secretario general del PSOE será el día 13, pero no será efectiva hasta el 27 tras el congreso federal, es decir, el día 15 no habrá tomado posesión el elegido y Rubalcaba tendrá aún capacidad formal de decisión. Sin embargo, fuentes de la actual dirección del PSOE dan como casi seguro que no apoyarán a Juncker y que se desmarcarán del resto del grupo socialista europeo.
Explican que el acuerdo para nombrar al presidente del parlamento europeo era técnico, es decir, suscrito por cinco grupos para repartir los nombramientos de la Cámara y, sobre todo, cerrar el paso a las instituciones de los euroescépticos.
Luego, los presidentes de los estados miembros reunidos en el Consejo Europeo solo han tenido capacidad para hacer una propuesta, la de presentar a Juncker como candidato más votado que no vincula al PSOE, según esta versión.
“Los socialistas españoles en el Parlamento Europeo también van a ser coherentes con sus compromisos en campaña electoral. Coherencia por coherencia”, se limit´ a decir ayer en la tribuna la socialista Soraya Rodríguez, en funciones de líder de la oposición provisional.
Para el Gobierno el nombramiento tiene especial importancia por el posterior reparto de cargos y, sobre todo, la presidencia del Eurogrupo que según sus cálculos puede ser para el ministro de Economía, Luis de Guindos. Según la previsión de La Moncloa, el reparto institucional podría suponer que el ministro asumiera este cargo, lo que en los próximos meses le sacaría del Gobierno.
En la sesión de control al Gobierno de ayer, la última del curso político, Rajoy instó al PSOE a pactar medidas que él considera de regeneración y que estudia su partido. Especialmente, mencionó la de elección directa de alcaldes y la reducción del número de aforados. El presidente del Gobierno defendió ambas medidas y recordó que la de los alcaldes estaba incluida en el último programa electoral del PSOE.
“Permitir que sea alcalde el candidato más votado es algo que le gusta a mucha gente y que haya tantos aforados no le gusta a mucha gente. Son cuestiones que interesan a los ciudadanos” y se comprometió a llevarlo al Parlamento porque “pueden mejorar este país”. La negociación se abrirá en septiembre, pero los tres posibles líderes del PSOE han rechazado la elección directa de alcalde.
En este punto se produjo un duro encontronazo con la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, que sustituía a Rubalcaba y que protagonizó previsiblemente una de sus últimas intervenciones como tal. “Eso no es regeneración, es miedo a perder el sillón, el municipal y el de Génova 13, ese en el que se sienta pagado con la caja B de su partido”, le dijo Rodríguez a Rajoy en referencia al caso Gürtel. Las palabras sobre Gürtel de la socialista provocaron que el presidente saltara como un resorte para contestar con las actuaciones judiciales del caso de los ERE de Andalucía. Lo hizo de forma más explícita que otras veces para exigir a los socialistas andaluces que den explicaciones sobre el caso.
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