Rajoy pide no hacer “planteamientos cenizos o tristes” sobre la recuperación

Resistir, resistir y resistir. Mariano Rajoy ha fiado toda su estrategia política a la resistencia, a evitar el rescate, a esperar que venga la recuperación económica. Y ahora está concentrado en convencer a los españoles de que ya ha llegado. Para ello, el presidente niega relevancia a la última EPA —“es solo una encuesta”— y se concentra en los datos que se conocieron ayer, con 133.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social en abril, un récord. Tan convencido está de que hay demasiado pesimismo en los medios y en la oposición, que ayer reclamó varias veces en una entrevista en la cadena SER —una de las poquísimas que ha concedido— que se admita que las cosas van mejor.

“No se puede ser un optimista absurdo, pero tampoco se puede tener un planteamiento cenizo o triste porque no corresponde a la realidad. A veces veo gente que parece como que no le gustara esto, parece que lo bueno es dar malas noticias”, aseguró.

Rajoy reivindicó esa resistencia y que ha logrado evitar el desastre. “Yo me he encontrado un país en quiebra, he tenido que superar el rescate. Lo sustancial es que hay un cambio de tendencia”. El presidente repitió su promesa de que al final de la legislatura habrá menos parados registrados que cuando llegó —algo al alcance de la mano por la caída de la población activa y la salida de inmigrantes que regresan a sus países y españoles que emigran—, pero fue más allá: aseguró que habrá “más afiliados a la Seguridad Social” que cuando llegó a La Moncloa. Y eso, con los datos oficiales, incluso aunque haya muchos contratos a tiempo parcial, parece muy difícil. De hecho, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, nunca se ha atrevido a tanto. El Gobierno ha asegurado que en los dos últimos años de la legislatura se van a crear 600.000 empleos. Pero en los dos primeros se han destruido un millón, según la EPA, por lo que al final habría aún 400.000 empleos menos que cuando Rajoy llegó a La Moncloa.

El Gobierno no quiere hablar de malos datos, y menos ayer, cuando trataba de amplificar las buenas nuevas de abril. Rajoy incluso llegó a afear a la periodista Pepa Bueno que sacara la EPA en un día como ayer. “Este día no me hable de eso, seamos justos, dígamelo después o cuando me haya ido yo”, ironizó.

El presidente se mostró dispuesto a “hablar” de la ley del aborto, pero en ningún caso a retirarla. La entrevista, de una hora, se centró en la economía. Rajoy discutía los datos negativos y reivindicaba su gestión, sin autocrítica, pero parecía dispuesto a hablar. En cuanto llegó el caso Bárcenas, su tono cambió radicalmente. Respuestas secas, evasivas y ganas de pasar a otro asunto cuanto antes. Trataba de defender que él nunca supo nada de cómo se gestionaba el dinero del PP. “Un juez sospecha que se pagó con dinero negro la reforma de la sede del PP”, le plantearon. “Es un tema que no me gusta nada. Yo lo desconocía absolutamente, aunque soy el presidente. Espero que el juez tome una decisión, y haremos lo que diga el juez”. “¿Y ha pedido explicaciones en el PP?”, le insistieron. “He pedido explicaciones, pero en el partido no lo saben. No estaban en la contabilidad de estas cosas. Espero que esto nos sirva para aprender”, esquivó Rajoy, que de esta manera no desmentía que se haya pagado con dinero negro parte de la sede del PP aunque nadie haya asumido la responsabilidad por ello, ya que los populares se limitan a no contestar. Rajoy tampoco quiso asegurar al 100% que no haya financiación ilegal del PP ni que nadie más haya cobrado en b. “Que yo sepa, no”, dijo.

La periodista le preguntó por el SMS que él envió a Bárcenas —“Luis, sé fuerte”— el 18 de enero de 2013, cuando ya se sabía que tenía una cuenta en Suiza con millones de euros. Y lo comparó con un escándalo en Alemania con el expresidente del Bayern de Munich, Uli Hoeness, amigo de Merkel, ahora en la cárcel por fraude fiscal. ¿Qué habría pasado si Merkel le manda un mensaje de “Uli, sé fuerte” después de saber que era un defraudador?, le preguntó. “Cuando yo mandaba eso [el SMS] no conocía las cosas que hoy conocemos todos. Nadie sabíamos esto que hemos conocido después. Llevaba 25 años en el partido, había una relación de amistad normal”, afirmó Rajoy. En realidad, como le recordó la periodista, cuando envió ese mensaje la prensa llevaba dos días con las cuentas suizas de Bárcenas en todas las portadas.