Interior ordena no disparar pelotas a los inmigrantes en Ceuta y Melilla
Se trata de una instrucción verbal del ministerio que ha recibido la Guardia Civil de las ciudades
El Ministerio del Interior ha ordenado a través de una comunicación verbal a las comandancias de la Guardia Civil de Ceuta y Melilla que no se disparen pelotas de goma a los inmigrantes que tratan de acceder a las ciudades autónomas a través de las vallas o por el mar, como ha avanzado este martes El Mundo y han confirmado fuentes del ministerio. Estas explicaron que el instituto armado sí está autorizado a usar material antidisturbios.
Fuentes de Interior explican que la Guardia Civil ha considerado que el lanzamiento de pelotas de goma "no es un método disuasorio eficaz", por lo que ha partir de ahora solo se utilizarán otros mecanismos como los "cartuchos de disuasión" (cartuchos de fogueo), además de los escudos y las porras si los agentes se ven obligados a repeler una agresión.
La orden llega después de que el pasado 6 de febrero murieran al menos 15 personas ahogadas cuando trataban de alcanzar a nado la valla fronteriza de Ceuta. Pese a que el ministerio lo negó en un principio, los agentes de la Guardia Civil que en ese momento vigilaban la frontera dispararon pelotas de goma y cartuchos a los subsaharianos que trataban de alcanzar la costa española.
La tragedia pronto se convirtió en una crisis política. Las declaraciones de los responsables del Ministerio del Interior fueron cambiando en los días posteriores desde la rotunda negativa a que se hubiesen disparado pelotas de goma a los subsaharianos que se hallaban en el agua, hasta la admisión de que con los disparos se había intentado crear “una traza” de la frontera “a no menos de 25 metros” de las personas que intentaban ganar la costa, en palabras del ministro, Jorge Fernández Díaz. La publicación de una serie de vídeos de particulares y de las cámaras situadas en la frontera hicieron evidente después que los guardias dispararon a escasos metros de las cabezas que emergían del agua. Las versiones del ministro del Interior y del director general de la Guardia Civil quedaron desacreditadas. La oposición ha exigido al Gobierno responsabilidades.
Ceuta y Melila se han convertido en los últimos meses en escenario de la tragedia de la inmigración. Unos 30.000 subsaharianos se hallan a sus puertas, dispuestos a jugarse la vida para cruzar las vallas que separan ambas ciudades autónomas de Marruecos, según un informe de Inteligencia publicado por EL PAÍS. Solo en lo que va de año, los inmigrantes han realizado siete saltos al vallado fronterizo: uno al de Ceuta y seis al de Melilla. 350 personas lograron su objetivo de entrar en esta última ciudad. Las últimas 100, este mismo lunes.
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