La policía cambió la cerradura de la sala donde declaró doña Cristina
La cámara fue introducida el mismo día de la declaración Junto al juzgado hay tiendas que venden microdispositivos de grabación
La llave maestra con la que se accede a las salas de vistas de todos los juzgados de Palma no sirve para abrir las dependencias en las que prestó declaración la Infanta. El día antes de la cita como imputada de la hija del Rey, la policía cerró la sala tras peinarla con equipos electrónicos y cambió la cerradura y sus llaves. Los funcionarios, al ir a abrir la sala, no pudieron hacerlo.
Los equipos de seguridad intentaron blindar los juzgados de Palma para evitar que alguien ocultarse la noche anterior y, especialmente, que se pudieran instalar artilugios de grabación clandestinos. Las funcionarias del juzgado –hasta diez- fueron examinadas a fondo. También los abogados en el arco de metales de la entrada al edificio judicial. Al fiscal Pedro Horrach le desmontaron su bolígrafo grueso. Se dieron constantes barridos tecnológicos contra emisores y rastreos con perros.
Hubo una grabación testimonial pirata efectuada a tres metros de la hija del Rey, con dos de sus escoltas de pie vigilando en la sala y otros dos en el pasillo que, además, reservaron un baño exclusivo para ella. Los asistentes de seguridad retiraron las llaves de los servicios comunes que usan los funcionarios, así lo han detallado personas afectadas.
En el mostrador el comercio más cercano a la puerta de los juzgados, en la Vía Alemania, se venden por decenas de euros hasta tres micro dispositivos distintos para efectuar grabaciones secretas
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.