La familia del desaparecido en Colombia: “Gana fuerza la hipótesis del secuestro”
La policía venelozana se suma a la colombiana, que intensifica la búsqueda por tierra
"Paciencia". Eso han pedido las autoridades colombianas a la familia de Borja Lázaro, el fotorreportero español desaparecido a principios de enero en el departamento de La Guajira. Casi treinta días después de que se le viera por última vez, las fuerzas de seguridad de la nación sudamericana continúan con las labores de búsqueda. Unas tareas a las que se han sumado agentes de la policía venezolana, al tratarse de una región fronteriza con este país. "La posibilidad que más barajan es el secuestro. Gana fuerza. La hipótesis del ahogamiento pierde fuelle, porque ha pasado casi un mes y el mar ya habría devuelto su cuerpo", recalca Roberto Martínez, portavoz de la familia.
Aún así, Colombia no ha descartado todavía ninguna posibilidad. La policía, el ejército, el Gobierno y la embajada española trabajan todos los frentes. "Pero han reforzado la búsqueda por tierra", subraya Martínez, primo del fotógrafo, que añade que este también podría haberse perdido. Según recuerda, los investigadores encontraron todas sus pertenencias —excepto su teléfono móvil— en el hostal donde dormía, en el pueblo costero de Cabo de Vela.
La novia del desaparecido, Danny Sánchez, permanece en la región. La chica, de nacionalidad mexicana, participó la semana pasada en la reconstrucción de lo acontecido en la madrugada del 8 de enero. Esa noche, tras cenar y tomar unas copas con otros turistas, Lázaro se marchó a su habitación. Entre la una y las cinco, se pierde su pista.
Los agentes encargados de la búsqueda, según explica el portavoz de la familia, contemplan que un grupo armado secuestrase al español, natural de Vitoria, y cruzase la frontera con Venezuela. "El alemán que estaba con él contó que dos hombres les ofrecieron esa noche una bebida alcohólica bastante fuerte. La comparó con el orujo gallego, pero con hierbas", subraya Martínez, que hace hincapié en que el ciudadano germano describió "con mucho detalle" el vehículo que conducían los desconocidos. "En esa línea están investigando. Aunque no nos han dado más datos sobre ello".
El alemán que estaba con él cuenta que dos hombres les ofrecieron esa noche una bebida alcohólica muy fuerte Roberto Martínez, portavoz de la familia y primo del desaparecido
Reporteros Sin Fronteras ha insistido en que "debe tomarse en serio" la pista de que el español fuera secuestrado por algún grupo paramilitar vinculado al narcotráfico —conocidos como Bacrim—. "El exgobernador de La Guajira, Juan Francisco Kiko Gómez, que actualmente se encuentra entre rejas, poseía estrechos nexos con estas bandas, de las que se valió para agredir a reporteros que le estorbaban", ha apuntado en un comunicado el colectivo, que alude a una fuente periodista que asegura que Lázaro se encuentra en manos de uno de estas organizaciones criminales
De hecho, el pasado año, siete personas ya secuestraron a una pareja española en La Guajira. En esa ocasión, cuatro días después de la desaparición, el grupo delictivo solicitó el rescate. Hecho que no ha ocurrido con Borja Lázaro.
Las autoridades colombianas han ofrecido una recompensa, aunque no han especificado la cuantía, por cualquier información "clara, oportuna y precisa" que ayude a encontrar al español, de 34 años y que viajaba por la zona para elaborar un reportaje sobre las culturas indígenas más vulnerables. "Salió en un periódico local que dos camioneros lo vieron andando por la carretera. Pero, hasta ahora, según nos ha transmitido la policía, todas las pistas resultaron falsas", concluye Martínez.
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