La izquierda ‘abertzale’ cree que el proceso de paz no tiene “marcha atrás”

La izquierda abertzale no quiere interferencias. Las tres organizaciones que aglutinan a miles de sus seguidores, la política Sortu, el sindicato LAB y las juventudes agrupadas en torno a Ernai, se unieron en San Sebastián para trasladar a “la ciudadanía vasca y a la comunidad internacional” —dentro de la cual se supone que incluyen a la española— que el nuevo tiempo de paz “ya no tiene marcha atrás”.

Al no admitir preguntas en la conferencia de prensa convocada un día después de la polémica comparecencia de los exreclusos de la banda en Durango, evitaron el riesgo de desviarse del mensaje que llevaban escrito: “No vamos a utilizar ninguna excusa para dejar de seguir avanzando y dando pasos” para lograr que “todos los tipos de violencia que todavía padecemos desaparezcan de una vez por todas”.

Aceptadas sin rodeos las leyes españolas —a cuyo sometimiento debe Sortu su legalización—, que han ratificado presos y exreclusos —al asumir la legislación penitenciaria y las medidas de reinserción individuales—, la izquierda abertzale espera que ETA le dé, de forma inminente, un empujón definitivo al proceso.

Superadas además las reivindicaciones históricas como la amnistía y la autodeterminación o la territorialidad —la unión en un Estado independiente del País Vasco, el sur de Francia y Navarra—, los agentes sociales y políticos vascos y las Fuerzas de Seguridad creen que la banda está a punto de hacer público un nuevo comunicado.

Fuentes nacionalistas confían en que ETA, en línea con el nuevo escenario que dibuja la izquierda abertzale, se avenga a algún tipo de diálogo, aunque sea más propagandístico que real, con el grupo de observadores internacionales que dirige Ram Manikkalingam, para verificar alguno de sus arsenales. Un equipo al que el Gobierno central no ofrece ninguna credibilidad ni soporte.

A falta de una semana para la manifestación en apoyo a los presos de ETA convocada para el próximo sábado en Bilbao, y que se prevé multitudinaria, la izquierda abertzale quiso agradecer el esfuerzo realizado por el colectivo de presos y dejar muy claro que les está prestando, y lo van a seguir haciendo, un apoyo total.

Tras asegurar que el colectivo de presos y presas “es un activo importante para el proceso de paz”, y reclamar su participación activa en el debate social, Barrena explicó que “terminar con la dispersión como castigo cruel e inhumano” es una de sus prioridades.

Las asociaciones que firman el comunicado conjunto leído ayer en la sede de Sortu criticaron que “Madrid ha seguido aplicando políticas y medidas de excepción en el día a día, sin haber dado ni tan siquiera un paso en lo que al restablecimiento de libertades democráticas se refiere; y por si fuera poco ha continuado actuando con saña contra los derechos de los presos políticos vascos hasta que finalmente ha recibido el varapalo de la sentencia de Estrasburgo”.

“No ha sido un paso fácil, no ha sido un debate fácil. Queremos aplaudir todo ese ejercicio” de los presos, dijo el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, para justificar que al colectivo de presos le ha costado prácticamente dos años cerrar el debate interno.

Lentitud no deseada y que en parte atribuyen a la “actitud de bloqueo” del Gobierno de Mariano Rajoy, hasta el punto de que ayer dejaron escrito que la principal amenaza para que el proceso llegue más rápido a su fin está en el PP: “El nuevo escenario sigue amenazado por el bloqueo del Gobierno español”, advirtieron.

Finalmente, Barrena leyó que corresponde a la sociedad civil y a los agentes políticos determinar cuál debe ser la hoja de ruta para avanzar hacia la paz. Lo que sí dejo muy claro, en línea con el comunicado de los exreclusos de la banda, es que el reconocimiento como sujeto político de Euskal Herria y el derecho a decidir del pueblo vasco deberían estar en el centro del debate. “Todos debemos implicarnos en esa tarea sin condicionar nuestra disponibilidad a la de un tercero”, indicó.