Se armó la gorda
La lotería catalana de Nochevieja roba ventas a la de Navidad La Generalitat espera recaudar cerca de 25 millones
El calvo de la Navidad ya tiene quien le haga sombra en Cataluña. Una señora con vestido negro, collar de perlas y bolso en la mano —una tieta de manual— ha sido la imagen del primer sorteo de La Grossa [la gorda]. La rifa, que se celebrará por Nochevieja, ha pegado un mordisco en las ventas de la Lotería de Navidad. Si en el conjunto de España la comercialización de décimos descendió el 4,19%, en Cataluña lo hizo el 8,46%, lo cual llevó a la presidenta de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Inmaculada García, a admitir el “impacto” de La Grossa.
La Generalitat ansiaba desde siempre la celebración de ese sorteo. El consejero Felip Puig, de hecho, lo puso como ejemplo de lo que el Gobierno catalán llama “estructuras de Estado” y aventuró que sería “equiparable a [la lotería] que puede tener cualquier país”. Una vez vencido el temor de no tener suficiente músculo, la lotería de Fin de Año salió con el objetivo de despachar 10 millones de euros en décimos. La demanda ha acabado por desbordar a la Generalitat. La directora general de Tributos y Juego, Elsa Artadi, explica que finalmente se venderá alrededor de 25 millones de euros, algo menos de los 30,4 millones que ha dejado de recaudar LAE esta Navidad.
Este año La Grossa ha sacado 60 series de cada número, que cuesta cinco euros. Habrá tres premios: un primero de 100.000 euros por boleto, un segundo de 32.500 euros y un tercero de 15.000. Los afortunados no se librarán del impuesto del 20% con el que el Gobierno ha gravado los premios. La distribución se ha realizado a través de los puntos habituales de la lotería catalana, además de estancos, quioscos de prensa, supermercados y tiendas asociadas a algún gremio, desde charcuterías hasta panaderías. No a través de las administraciones de LAE, a las que se requiere exclusividad. “No tendríamos ningún problema, de hecho nos iría muy bien”, señala Artadi.
El 70% de la recaudación se repartirá en premios. Otra parte irá a cubrir costes y comisiones. Y el beneficio final, a fines sociales, en concreto a programas para menores de edad en riesgo de exclusión social. “Será todo el beneficio, estimamos que entre el 16% y el 20% de los ingresos, pero podría ser incluso más”, explica Artadi.
La Grossa este año está en fase de pruebas, pero el año que viene quiere ir a por todas. “La idea es salir de golpe, empezar a vender antes, mejorar la distribución y llegar a empresas a las que no hemos accedido esta vez. Este año, por ejemplo, tampoco hemos vendido a través de Internet”, afirma Artadi. El siguiente paso será realizar más sorteos, primero en fechas señaladas como Sant Jordi o la Diada, aunque eso puede no suceder hasta 2015.
Algo en común ha tenido la lotería catalana con la de Navidad: un anuncio polémico. La figura de la tieta, plasmada en un cabezudo, no ha sido del agrado de todo el mundo. Algunos sectores la ven anticuada y ramplona. Artadi sí está satisfecha con ella. “Es graciosa, original y todo el mundo sabe de qué estamos hablando”, afirma. Como lo fue el calvo, La Grossa ya es un icono.
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