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Cataluña, paro, periodismo y políticos en buena armonía

Sánchez Llibre (CiU): “Si el año que viene no estamos en el Congreso, por favor invitadnos” La Asociación de Periodistas Parlamentarios recuerda a los compañeros secuestrados

Anabel Díez

La tregua anual entre diputados y senadores con los periodistas se ha vuelto a producir en la edición de 2013 de la entrega de premios de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). La concesión de galardones buenos, regulares y malos, - extraídos por votación secreta en urna – se ha desenvuelto en un clima distendido y entre risas por los vídeos elaborados para la cena. Las imágenes de situaciones reales de este año parlamentario se han mezclado con montajes con un resultado hilarante. A nadie le importó porque las situaciones equívocas gozaron de la aprobación de todos porque a todos afectaba. Nadie se pudo sentir enfadado en exclusiva. La cordialidad, aunque con mucha ironía y dardos a diestra y siniestra, no ha excluido de esta celebración las preocupaciones que embargan a la mayoría de los españoles; principalmente el paro y la situación de los más desfavorecidos.

La precariedad laboral de los periodistas, la preocupación por el secuestro en Siria de tres corresponsales españoles y el proceso de secesión abierto en Cataluña, estuvieron muy presentes en la noche del miércoles 18 de diciembre. Se trata de un acto organizado por periodistas del Parlamento y, por tanto, es inevitable la referencia a este colectivo profesional. En esta ocasión fue para dar una pincelada sobre la pésima situación del sector con un balance durante la crisis de 4.400 periodistas despedidos y 73 medios cerrados en toda España, como destacó el presidente de la APP, Luis Izquierdo, corresponsal parlamentario de La Vanguardia.

De los trece premios, dos fueron para diputados de CiU, lo que dio lugar a muchos comentarios y apreciaciones de los concernidos que no pusieron paños calientes a la situación, medio en broma, medio en serio. El premio Luis Carandell, “a la mejor relación con la prensa”, recayó en Josep Sánchez Llibre, veterano parlamentario de la formación nacionalista y mano derecha de Josep Antoni Duran Lleida. Agradecimientos y expresión de la mucha ilusión que le hacía este premio. “Si por las circunstancias que fueran, ya sabéis, el año que viene los diputados de CiU no estuviéramos aquí, por favor, invitadnos”, pidió Sánchez Llibre.

Y llegó el turno al premio para el Parlamentario 2-0, al más implicado en las tecnologías y lo ganó el también diputado de CiU Carles Campuzano. “Nos gusta mucho que cuando estamos pensando en irnos nos deis tanto cariño”, fue su apreciación final, además de los muchos agradecimientos.

El premio más deseado, el Castelar, al mejor orador, fue para Gaspar Llamazares de Izquierda Plural que combinó la seriedad con el humor al señalar que le gustaba especialmente el premio dado que en esta legislatura mucha gente le pregunta en la calle “¿por qué se ha retirado de la política”. Lo tomó con buen humor y una sonrisa su jefe de filas, Cayo Lara, a pesar de que la alusión no es inocente ya que Llamazares fue alejado de la dirección del grupo. Aun así su actividad es muy alta y tiene numerosas ocasiones de demostrar su calidad parlamentaria. La parte seria la puso al expresar su compromiso como diputado con los más desfavorecidos.

Otro de sus jefes, José Luis Centella, portavoz de IU, fue el ganador por la “pregunta del millón” al interesarse por escrito de que en el aeropuerto de Almería hubiera en la estación del año correspondiente un puesto de helados, uno de mantecados y otro de castañas. La lectura de la pregunta provocó carcajadas.” Pero tengo que compartir el premio con otro José Luis, Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes”, que fue quien respondió en nombre del Gobierno. “La ausencia de puestos de castañas ha sido por ausencia de oferta”, y siguió el buen humor.

Del humor a la seriedad y a la tristeza. Uno de los presentadores del acto, Antonio Montilla, de la agencia Colpisa, sorprendió al quitarse la chaqueta y la camisa, para emular al diputado de Compromís Equo, Joan Baldoví, que en un pleno del Congreso hizo lo mismo, para desesperación del presidente Jesús Posada, y quedarse en camiseta. En la misma había una leyenda contra los desahucios. En la camiseta de Montilla estaba grabada la imagen de los periodistas de El Mundo Javier Espinosa, de El Periódico de Cataluña Marc Marginedas y del fotógrafo y cámara Ricard Vilanova, secuestrados desde hace casi cuatro meses en Siria. “Libertad” se pidió para ellos.

La mayoría de los premiados tuvieron un recuerdo para estos periodistas. Lo hizo Joan Baldoví al recibir el premio Azote al Gobierno; el parlamentario más activo, Emilio Olabarría del PNV y la diputada revelación, Patricia Hernández, del PSOE de Canaria. Ese mismo galardón en el Senado fue para Jokin Bildarratz del PNV. Emiliano García Page, socialista, y alcalde de Toledo, recibió el premio al senador más activo y entró al trapo de los comentarios que sobre él circulan al aparecer en “quinielas para todo”.

No estuvo presente el votado para el premio “Azote de la oposición”, que recayó en el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En su nombre recogió el galardón el portavoz parlamentario del Grupo Popular, Alfonso Alonso, que hizo votos para que “muchos años más” un representante del PP obtenga el premio por fustigar a la oposición. Eso indicará que los populares siguen gobernando.

Todos los miembros del Gobierno excusaron su presencia por compromisos “previamente contraídos”, aunque la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, departió un buen rato con los asistentes antes del comienzo de la cena. La sorpresa fue la ausencia por primera vez en veinticinco años del titular del Congreso. Jesús Posada alegó un compromiso imposible de rehuir y tampoco asistió el presidente del Senado, Pío García Escudero. Sí estuvieron todos los portavoces parlamentarios, Alfonso Alonso del PP; Soraya Rodríguez del PSOE, Rosa Díez de UPyD; Josep Antoni Duran Lleida de CiU; Aitor Esteban del PNV y la mayoría del Grupo Mixto. También el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y 315 asistentes más entre diputados, senadores, personal de las dos Cámaras y periodistas. El buen clima palió cierta contrariedad de populares y socialistas que año tras año constatan que la mayoría de los premios de los informadores recaen en los grupos minoritarios.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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