El PP intenta relanzar la política de Rajoy tras dos años de desgaste

Si las elecciones europeas del próximo mes de mayo ya de por sí representan el primer examen al Gobierno de Mariano Rajoy, el PP quiere convertir ahora esa cita en una auténtica prueba de fuego. El partido mayoritario centrará la campaña en la vinculación entre cuestiones nacionales y europeas para demostrar que las decisiones que se toman en Bruselas determinan la vida cotidiana de los ciudadanos. Y, con esta premisa, tratará de convencer a los electores de que el Ejecutivo del PP ha sido capaz de resolver los problemas recientes, sobre todo de índole económica, que han golpeado a España.

Se trata de una apuesta arriesgada, puesto que hará hincapié en la mejora de los datos macroeconómicos cuando la percepción real de ese cambio aún no ha llegado a los bolsillos de los españoles y mientras las estadísticas del paro continúan en niveles desesperanzadores.

Los principales dirigentes populares, conscientes del desgaste sin precedentes sufrido por la oleada de recortes y por el caso Bárcenas, lo repiten públicamente desde septiembre. Esto es, hace un año se hablaba de rescate a España y la prima de riesgo estaba por encima de los 600 puntos básicos y ahora, en cambio, se empieza a hablar de crecimiento: unas señales que el PP esgrimirá para demostrar a su electorado más fiel que, en contra de los cuestionamientos internos de un sector vinculado a Aznar, el proyecto político de Rajoy es el adecuado. Los esfuerzos de los españoles “merecen la pena”, resumió el sábado Rajoy en un acto con Ramón Luis Valcárcel, quien dejará la presidencia de la Región de Murcia para entrar en las listas.

Ante este panorama, en plena crisis del bipartidismo, la dirección del PP, que constituyó un comité de campaña encabezado por Carlos Floriano, se fija dos objetivos en esta fase. “Que la gente sepa que lo que sucede en Europa afecta directamente a su vida y, por tanto, que los ciudadanos sean conscientes de que el voto europeo tiene consecuencias”, explica un dirigente. Así, la primera meta de los populares será conjurar la abstención. Y, según fuentes de la dirección, un PP y un PSOE fuertes garantizan la defensa de los intereses de España en las instituciones para evitar, por ejemplo, que se vuelvan a repetir fallos como la sentencia Parot.

¿Quién encabezará la lista? Rajoy aseguró hace una semana en una conversación informal que deja la decisión para después de Navidad, pero podría retrasarla semanas o incluso esperar a la primavera. Desde hace meses circula el nombre del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que ya fue eurodiputado, conoce los entresijos de Bruselas y habla inglés y francés, aunque muchos creen que podría repetir el actual portavoz, Jaime Mayor Oreja, representante del sector más conservador y distanciado del presidente. Un alto cargo del Gobierno resume los dos escenarios con una clave: “Si pierde Cañete, pierde Rajoy; si pierde Mayor Oreja, solo pierde Mayor Oreja”.