El safari de lujo de Bárcenas y Correa

Que el extesorero del PP Luis Bárcenas, actualmente en prisión, gustaba de rodearse de lujos no resulta ya una novedad. Sin embargo, el sumario del caso Gürtel sigue manando detalles sobre el tren de vida del anterior responsable de las finanzas del primer partido de España. En 1998, Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, realizaron un viaje al sur de África cargado de ostentación y de exigencias de estrella del rock, como que el compartimento de primera clase en el Blue Train, que une Ciudad del Cabo y Johanesburgo, en Sudáfrica, no estuviera situado sobre las ruedas del vagón, porque resulta muy incómodo.

El viaje como cliente supervip de Bárcenas y su esposa fue organizado -y su pago fue adelantado- por Pasadena Viajes, la agencia del cerebro del caso Gürtel, Francisco Correa. El periplo africano del matrimonio, entre el 2 y el 11 de julio de 1998 costó 4.452 euros, sin contar los vuelos de ida y vuelta entre Madrid y Johanesburgo, seis vuelos internos por el sur del continente y un desplazamiento en tren.

Bárcenas era un cliente muy exigente. En el hotel Victoria Falls, junto a las cataratas, el extesorero popular se molestó por el hecho de tener que esperar durante una hora a que en la recepción tramitaran el bono por la suite que ocupaba. "No pudimos confirmar una suite en el Victoria Falls, así que nos quedamos con la presidencial", contesta la compañía sudafricana al requerimiento de la empleada de Correa.

El 4 de julio el matrimonio visitó en Zimbabue un pueblo africano tradicional y conocieron la vida de seis grupos étnicos. Posteriormente contemplaron las cataratas Victoria en un bote privado con guía exclusivo y la estatua del doctor Livingstone. Tras la excursión, volvieron a Johannesburgo y tomaron el tren turístico Blue Train, con pensión completa en un compartimento de lujo, con destino a Ciudad del Cabo. En otras de las comunicaciones, la empleada de Pasadena Viajes pide a su homóloga sudafricana que el compartimento no esté sobre las ruedas del tren porque el cliente piensa que es "muy incómodo".

Bárcenas era un viajero que no se conformaba fácilmente: "María, este viaje es un poco de lío ya que el cliente, como puedes ver, quiere hacer muchas cosas en poco tiempo y además es un cliente muy exigente, por lo que te ruego me informes cualquier duda que te surja y me des tu opinión si crees que sería oportuno hacer algún cambio o mejora", pedía la empleada de Correa a su interlocutora en África.

Tras dos días en la ciudad sudafricana, en la que visitaron los viñedos de Boschendal y la Montaña de la Mesa, el extesorero del PP y su mujer regresaron a Johannesburgo, desde donde partieron en avioneta a Skukuza, en pleno parque Kruger, para visitar la reserva natural de Mala Mala, una de las mayores de Sudáfrica. Allí, el matrimonio realizó un safari, con guía privado, y cenaron la tradicional boma bajo "antiguos árboles de ébano". El 10 de julio volvieron a Johannesburgo y retornaron a Madrid.