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Los Matutes ocultaron que la cantidad robada en su sede ascendía a 2,7 millones

La familia del exministro de Exteriores solo declaró la sustracción de 187.000 euros Los investigadores han recuperado 1,7 millones en cuatro bolsas ocultas en tres ubicaciones Dos policías están imputados por el robo el pasado 25 de octubre

Abel Matutes, en una imagen de archivo.
Abel Matutes, en una imagen de archivo.efe

La cadena Fiesta Hotels, motor del grupo financiero de Empresas Matutes, de la familia del exministro de Exteriores Abel Matutes, ha reconocido el robo de 2,7 millones de euros de su sede central en Ibiza el pasado 25 de octubre. La compañía había denunciado en un primer momento que el monto de lo robado era de 187.000 euros. En las últimas semanas, en tres tandas, se han localizado 1,7 millones en cuatro bolsas y en distintas ubicaciones.

Dos policías nacionales, que se encuentran en libertad provisional, apartados de su empleo, sin armas ni sueldo, fueron detenidos y acusados del golpe perpetrado con un soldador de gas. El presunto cabecilla del robo, Rafael Rodríguez, trabajó durante varios años para el empresario y político como escolta y chófer y seguía manteniendo una relación laboral con sus empresas.

El ladrón arrepentido, según su letrada Ascensión Joaniquet, confesó que había entregado para su custodia 800.000 euros a otro agente, José Joaquín Fernández, JJ, piloto de rallyes, patrocinado por las marcas de Matutes y condecorado por la Dirección General de Policía. El exescolta, una semana más tarde, acudió a comisaría y reconoció que no había dicho toda la verdad, que aún tenía 782.000 euros del robo guardados en el maletero de un coche.

Días más tarde el policía encubridor José Joaquín Fernández, fue golpeado por dos encapuchados en su casa de campo, a la búsqueda del supuesto botín restante. El juez, a petición de la abogada, ha indicado a las fuerzas de seguridad que sea protegido el cómplice, tras el asalto y palizas de las que fue víctima.

Cuando Abel Matutes se quedó sin protección oficial, al abandonar sus cargos públicos, el policía que tenía asignado volvió al Cuerpo Nacional de Policía; pero, además, se quedó de forma ilegal -ya que simultanear ambos trabajos es incompatible- como vigilante de noche del edificio central de las empresas del expolítico. También fue contratada la esposa del agente, como supervisora de la limpieza de la torre central de oficinas. Ambos vivían en una vivienda aneja a la sede.

Ninguna alarma se disparó durante la lenta tarea de perforar goznes y cerraduras del blindaje de la caja de la altura de una persona. Rodríguez había sido testigo y vigilante infiel, de los movimientos económicos y las costumbres internas de la compañía.

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“Una vez hechas las verificaciones oportunas”, ha señalado la empresa en su primera nota pública, se ha redondeado el arqueo de billetes guardados: 2,7 millones en cifras redondas. Dinero líquido de las cajas de los hoteles y discotecas -ya cerrados- para pagar a proveedores y trabajadores que prefieren manejar billetes antes que cheques, según un ejecutivo de la compañía.

El exministro de Exteriores y excomisario de la UE Abel Matutes Juan, millonario en tercera generación de navieros y antiguos banqueros, patronea la multinacional con su hijo Abel Matutes Prats. La compañía había anunciado la donación de 100.000 euros de compensación a los huérfanos de la policía como forma de agradecimiento por la rápida resolución del caso.

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