“Nuestra Mercedes Alaya”

La oposición al Partido Popular en Melilla la llama “nuestra Mercedes Ayala”, la juez que en Sevilla investiga la trama fraudulenta de los ERE. María José Alcázar Ocaña es la titular del juzgado de Instrucción número cuatro de Melilla y con su investigación sobre la contratación de la consejería de Medio Ambiente ha sacudido la vida política de esa ciudad de 85.000 habitantes.

Juan José Imbroda, el presidente de Melilla, lamentó la actuación de la juez entrando en tropel, con la Guardia Civil, en el Gobierno local. “Podría haberse hecho de otra manera como, por ejemplo, mandando un requerimiento judicial”, se quejó. Lo sucedido da mala imagen, añadió. “Todo se aclarará viendo los papeles”, vaticinó. La juez, en cambio, lo consideró “necesario” porque no había recibido la información solicitada por otras vías.

La velada crítica de Imbroda a Alcázar y otras más contundentes, pero más discretas, de su entorno han incitado a la oposición a denunciar las “presiones” que podría padecer. “No es de recibo que se viertan descalificaciones sobre su trabajo”, afirmaba María José Blanco, la número dos de una pequeña formación local (PPL). Blanco hizo un llamamiento al Consejo General del Poder Judicial para que tomara cartas en el asunto.

Alcázar se trasladó en 2007 a la ciudad para hacerse cargo de un juzgado dedicado, ante todo, a la violencia de género. Llegó procedente de Ronda (Málaga) donde estuvo en el centro de otra polémica.

En Melilla protagonizó un incidente cuando, en mayo de 2011, arremetió durante un juicio contra la periodista que lo cubría, Irene Flores de El Faro. La prensa, le espetó la juez, publica “gilipolleces”. Después pidió disculpas.