62 militares se han quejado de acoso sexual en diez años, según Defensa

Las Fuerzas Armadas españolas han registrado 62 quejas por acoso sexual en los últimos diez años, según una respuesta remitida por el Gobierno a la diputada de Iniciativa Per Catalunya Verds Laia Ortiz. ¿Cuántas de estas quejas dieron lugar a la apertura de un procedimiento penal o disciplinario? El Gobierno no lo aclara. Solo explica que, en el mismo periodo, las condenas por abuso de autoridad o trato degradante fueron 25, pero este delito, penado en el Código Penal Militar con entre tres meses y cinco años de cárcel, incluye muchas más conductas vejatorias que el acoso sexual. Lo que sí explica es que, en la última década, “no se han tramitado expedientes por conductas de actuación que afecten a la libertad sexual”, contempladas en la Ley Disciplinaria de las Fuerzas Armadas; lo que resulta sorprendente, pues cualquier abuso que no tuviera gravedad suficiente para ser delito, debería sancionarse disciplinariamente.

Pese a ello, el Gobierno asegura que “en la actualidad, las víctimas de acoso sexual disponen de mecanismos para denunciar y obtener justicia sobre estas conductas tanto en vía disciplinaria como en vía penal militar”. Pero añade que la nueva ley disciplinaria, en tramitación parlamentaria, “contempla como faltas muy graves los actos contra la libertad sexual o la discriminación por razón de sexo y orientación sexual”. También el nuevo Código Penal Militar, en fase de borrador, incluye como novedad la tipificación de un delito específico de abuso sexual.

El problema del acoso sexual a las militares ha salido a la luz después de que Defensa abriese un expediente disciplinario por falta grave contra la capitán Zaida Cantero, quien logró que la justicia castrense condenase, en marzo de 2012, a dos años y 10 meses de prisión a un coronel por actuar “con grave menosprecio de su condición femenina” y realizar actos “claramente atentatorios de su libertad sexual”.

El Grupo Socialista ha pedido la comparecencia del ministro de Defensa, Pedro Morenés, ante la Comisión de Defensa del Congreso para que explique la situación de la mujer en las Fuerzas Armadas, según su portavoz, Diego López Garrido.

Un cuarto de siglo después de su incorporación a los ejércitos, que se cumple este mes, las mujeres suponen el 12,3% de los militares, pero su porcentaje es muy superior entre los efectivos de tropa (16,9%) que entre oficiales (7,3%) y suboficiales (3,2%).

La integración de la mujer en las Fuerzas Armadas será uno de los primeros asuntos que tendrá sobre la mesa el nuevo Observatorio de la Vida Militar, sobre cuya composición han llegado a un acuerdo PP y PSOE, al que se han sumado CiU e IU-La Izquierda Plural.

Tras meses de negociaciones para poner en marcha un organismo previsto en la Ley de Derechos y Deberes de los militares de 2011, los principales grupos parlamentarios han alcanzado un acuerdo insólito por su amplitud en la actual coyuntura política, aunque con notables ausencias, como la de Unión, Progreso y Democracia (UPyD).

El Observatorio estará compuesto por nueve miembros: cinco elegidos por el Congreso y otros cuatro por el Senado “entre personalidades de reconocido prestigio en el ámbito de la defensa, los recursos humanos o los derechos fundamentales y libertades públicas”.

Entre los nombres que compondrán este primer observatorio figuran Adolfo Menéndez, que fue subsecretario de Defensa entre 1996 y 2000 (cuando Morenés era secretario de Estado) y acaba de ser nombrado vocal de Indra en representación de la SEPI; Mariano Casado, abogado y secretario general de la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), la asociación profesional mayoritaria en los ejércitos; o Ramon Companys, que fue vicepresidente del Congreso y senador por el Grupo Catalán. El Observatorio contará también con dos militares en la reserva (un general y un almirante) y dos mujeres (entre ellas Paloma Biglino, catedrática y exdirectora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales entre 2008 y 2012).