Lo que se espera del Estado
España es el país de la UE que más protección requiere a la Administración
España es, posiblemente, el país europeo en el que más se espera del Estado y de “lo público”. El porcentaje de españoles que pide a las instituciones públicas amparo y protección es, en promedio, casi 25 puntos más elevado que en el conjunto de los demás países de la Unión Europea, según un reciente y clarificador estudio comparado llevado a cabo por la Fundación BBVA en diez países especialmente significativos. Esta es, a todas luces, una sociedad fuertemente “estatalista” y, además, de forma transversal, por encima de los alineamientos ideológicos que la recorren. Dos ejemplos: una amplia mayoría tanto de votantes populares (62%) como de votantes socialistas (63%) cree que la economía funciona mejor cuando el Estado supervisa su funcionamiento; y una inequívoca mayoría en ambos electorados (65% en el caso del PP, 80% en el del PSOE) afirma que es el Estado el que, en primer lugar y ante todo, tiene la obligación de proteger y ayudar a las personas más necesitadas.
Esta extendida convicción de que son los poderes públicos los que han de velar por quienes viven en situación precaria parece de hecho constituir un claro rasgo distintivo de nuestra cultura política actual. España resulta ser —en comparación con Francia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, según datos del Pew Research Center— el país donde una mayor proporción de ciudadanos (67%) llega incluso a considerar más importante que los poderes públicos garanticen que nadie viva desprotegido que verse asegurada la no injerencia de los mismos en su capacidad personal de organizar, libremente, su propia vida (30%). La situación opuesta se registra en Estados Unidos, donde estos porcentajes son, respectivamente, 35% y 58%, casi milimétricamente inversos.
En cuanto a la economía, y especialmente en lo que respecta a su vertiente financiera, los españoles desean que el Estado controle las actividades y beneficios de los bancos (un 78%) y que garantice los depósitos de los ahorradores frente al posible mal uso bancario de los mismos (71%). Los españoles están particularmente escaldados con mucho de lo que, en nuestra vida financiera, ha acontecido, y sin duda por eso (y según datos de Metroscopia), el 92% piensa que los únicos responsables del hundimiento de determinados bancos y cajas son sus gestores; el 90% cree que, pese a ello, a estos todavía no se les ha exigido las oportunas responsabilidades; y ello lleva a un 71% a preferir, visto lo visto, que el Estado deje quebrar a los bancos y cajas mal gestionados antes que utilizar para salvarlos recursos que incrementan la deuda pública y derivan en recortes en la sanidad o la educación. Es fácil comprender esta casi unánime exigencia de un mayor rigor controlador público sobre actividades financieras más propias de una “economía de casino” que expresan los españoles. Aunque solo sea porque luego, cuando se rompe la engañosa y artificial galería de espejos montada, es a ellos a quienes acaba tocando pagar, colectivamente y sin rechistar, los platos que solo algunos han roto —impunemente, además—.
Las cuatro entregas de esta serie son un avance de Pulso de España 3 (junio 2012-junio 2013), que elabora Metroscopia para la Fundación Ortega Marañón con la colaboración de Telefónica. Estarán disponibles en el blog de Metroscopia en este periódico.
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