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Londres llama a consultas al embajador español por los retrasos en Gibraltar

El Gobierno responde que los controles son "irrenunciables" y para evitar "los tráficos ilícitos"

Colas de vehículos en Gibraltar esta mañana.
Colas de vehículos en Gibraltar esta mañana.Marcos Moreno

La tensión diplomática entre España y Reino Unido a cuenta de Gibraltar subió de nivel este viernes al convocar Londres al embajador de España, Federico Trillo. En lugar de Trillo acudió el embajador en funciones y número dos de la legación española, Ramón Gandarias. El Foreign Office convocó al embajador español para expresarle su malestar por el incremento de controles en la frontera gibraltareña, que han provocado retrasos de hasta siete horas tanto para entrar al Peñón como para salir de él.

El Gobierno británico cree que esos controles son una represalia por el conflicto que enfrenta desde hace ya un tiempo a los pescadores españoles con las autoridades gibraltareñas. Y más en concreto por el hecho de que Gibraltar haya decidido instalar unos grandes bloques de hormigón en lo que considera sus aguas territoriales, que impiden que los españoles puedan pescar en esa zona.

En el encuentro en el Foreign Office, la parte española le explicó a la británica que los controles se deben a que se ha detectado un llamativo aumento de la llegada de tabaco a España que presuntamente tiene su punto de entrada por la frontera con Gibraltar y que esos controles son los habituales en esos casos, según explicaron a este diario fuentes diplomáticas españolas.

El Foreign Office hizo pública una nota dando cuenta de su decisión de llamar la atención al Gobierno español por esos retrasos en la frontera. “El director político del Foreign Office ha convocado hoy al embajador español en Reino Unido, Federico Trillo, con objeto de subrayar la gran preocupación del Gobierno británico en relación a los retrasos que se dan en la frontera entre Gibraltar y España y buscar seguridades de que no se van a producir controles adicionales este fin de semana”, dice la nota.

A continuación, el secretario de Estado del Foreign Office, Hugo Swire, explica en el comunicado que esos controles se han producido del 26 al 28 de julio y de nuevo el 30 de julio, y asegura que son “desproporcionados”. “La perturbación en los flujos de la frontera tiene un directo impacto en la prosperidad y el bienestar de las comunidades a ambos lados de la frontera. La posición del Gobierno británico es que esos retrasos son injustificados, inaceptables y no tienen lugar en una frontera entre socios de la Unión Europea”, añade Swire.

Si detrás de los controles españoles palpita la obstrucción de Gibraltar a los pesqueros españoles, detrás de la reacción británica parece esconderse también su enfado por el plan puesto en marcha por el Gobierno español para luchar contra el impago de impuestos por parte de personas físicas y jurídicas que tienen su actividad económica en el lado español de la frontera pero su residencia fiscal en el lado gibraltareño.

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