Rajoy promete evitar la ideología para ganar la colaboración de las autonomías

El Gobierno y el PP llevaban unos días inquietos por el exceso de expectativas que se estaba creando con la reforma de la Administración. La presentación de este proyecto este miércoles por parte del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, realizada con un acto especial en La Moncloa, en el que estaba incluso el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha reflejado enseguida el porqué de esa preocupación. Rajoy ha desgranado en un extenso discurso el deseo de reformar y modernizar la Administración, pero no ha explicado ni cuánto se pretende ahorrar, ni ha detallado cómo se pretende hacerlo.

El presidente ha ofrecido algunos ejemplos concretos -cuánto se ahorra en enviar una comunicación por correo electrónico en vez de de hacerlo por correo, la idea de que la Administración tiene más 4.800 cuentas bancarias abiertas que se pueden reducir o la intención de centralizar las compras, algo que ya se viene haciendo- y ha asegurado que ya se conocerán los detalles de las más de 200 medidas. Pero este secretismo ha molestado mucho a las autonomías, también algunas del PP, que fueron convocadas al acto ayer a toda prisa y que se van de La Moncloa sin siquiera un papel.

Rajoy les ha pedido colaboración -la ley le impide obligarles a casi nada- y les ha prometido que este asunto se discutirá en un próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera. El presidente ha tenido buenas palabras para ellos -"Este documento es una propuesta, nos gustaría acordarla con todos, aquí no hay ideología, hay un intento de ser más eficaces"-, pero el ambiente político que se ha creado con la fórmula secretista del Gobierno augura muchos conflictos.

Rajoy ha apuntado que en su opinión hay entes de las autonomías que se podrían eliminar, como los servicios de meteorología autonómicos o los organismos de defensa de la competencia, pero no ha querido detallar esa parte que solo puede ser una propuesta y no puede ser obligatoria para las autonomías. El documento contiene 120 propuestas para eliminar duplicidades que se discutirán con las autonomías, mientras que las que afecten a la Administración central se aplicarán a partir del viernes.

El propio presidente ha querido suavizar las expectativas y al arrancar su discurso ha explicado que España tiene una "buena Administración" y que él quiere "desmontar el mito" de que en este país hay muchos funcionarios y mucho gasto público, un mensaje claramente dirigido a los sectores de su partido que, como José María Aznar, le piden que recorte mucho más. "Quiero acabar con un mito sobre el verdadero tamaño de la Administración. Con datos de 2012 España se sitúa entre países con menor gasto público de la UE, un 43% frente a 47% media zona euro. Dos tercios es en gasto social y servicios públicos básicos. Entre 2005 y 2012 hubo un gran aumento de empleados públicos, como Irlanda y Grecia. Pero solo el 25% se dedica a la gestión. El 75% restante son maestros, médicos, policías, jueces, esto es, servicios esenciales del Estado de Derecho y del Bienestar. Nuestro mayor problema en realidad es el desplome de los ingresos públicos. En 2012, España fue el país con menor nivel de ingresos publico de la UE, 10 puntos por debajo de la media. Somos los que menos recaudamos", ha explicado Rajoy, para aclarar después que desde que él gobierna se han destruido 375.000 empleos públicos. "Estas decisiones son muy difíciles", ha recordado.