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los papeles de bárcenas

Bárcenas pagó la amnistía fiscal del testaferro de sus cuentas en Suiza

Iván Yáñez Velasco reconoce que se acogió a la amnistía fiscal Declara que desvió 4,5 millones de euros del extesorero a Estados Unidos El imputado en el 'caso Gürtel' ha declarado durante casi cuatro horas ante el juez Pablo Ruz

Llegada a la Audiencia de Iván Yáñez. FOTO: SAMUEL SÁNCHEZ / VÍDEO: ATLASFoto: atlas
Fernando J. Pérez

El juez instructor del caso Gürtel de corrupción en el entorno del PP, Pablo Ruz, tomó este viernes declaración a uno de esos imputados considerados de segunda fila pero que aportan información relevante para la investigación. El interrogado fue Iván Yáñez, testaferro de Luis Bárcenas y que controlaba, a través de la sociedad Sinequanon, en la que tenía plenos poderes, la fortuna del extesorero del PP en Suiza. En una declaración que se prolongó durante casi cuatro horas, Yáñez confesó que él también se acogió a la amnistía fiscal diseñada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y no solo eso, sino que fue el propio Bárcenas quien, en septiembre de 2012, le prestó los 132.000 euros que tuvo que entregar al fisco. Esta cantidad es exactamente el 10% de los 1,32 millones que obtuvo Yáñez como comisiones y plusvalías por gestionar el patrimonio del extesorero de la formación conservadora.

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Yáñez, amigo de Bárcenas desde hace años —fue su padre, empleado del PP durante tres décadas, quien le presentó al antiguo encargado de las finanzas del partido— se hizo cargo de las cuentas en Suiza en febrero de 2009. El exsenador por Cantabria le entregó en persona unas cartas manuscritas en las que le otorgaba “un poder tan amplio como sea necesario” sobre su fortuna en la Confederación Helvética, que llegó a ascender a 38 millones de euros. Según relató Yáñez al juez Ruz, Bárcenas decidió recurrir a él como hombre de paja al sentirse “perseguido” por la instrucción del caso Gürtel, que había estallado ese mismo mes.

Tras el apoderamiento, Bárcenas ordenó a Yáñez que transfiriera, entre marzo y junio de 2009, un total de 4,5 millones de euros desde sus cuentas en Suiza a dos sociedades radicadas en Estados Unidos. En concreto, el testaferro envió 3,5 millones en varias operaciones al banco HSBC de Nueva York. Según Yáñez, este dinero correspondía a la devolución de unos fondos que le había confiado la cartera de inversiones que dirigía Edgardo Patricio Bell. Este ciudadano argentino es el presidente de la sociedad Tesedul, utilizada por Bárcenas como pantalla para acogerse a la amnistía fiscal del Gobierno, en la que trató de pagar 1,4 millones de euros.

El millón de euros restante fue transferido por Yáñez al banco UBS de Stanford (Connecticut, Estados Unidos). Según el testaferro este dinero forma parte de un préstamo de Bárcenas al también extesorero del PP Ángel Sanchís.

Para dar una mayor cobertura a su relación mercantil, el 1 de octubre de 2009, la sociedad Tesedul, empresa pantalla de Bárcenas para mover sus fondos, firmó con la mercantil Granda Global, constituida por Yáñez, un “contrato de asesoramiento”. El testaferro ingresaba las comisiones que le abonaba Bárcenas por la gestión de sus fondos en dos cuentas de las entidades suizas Dresdner Bank y Banque Syz, a nombre de la sociedad Granda Global. Esta empresa nunca tuvo más clientes que el extesorero del PP, según admitió el testaferro.

Los problemas para Yáñez, imputado por blanqueo, llegaron en diciembre de 2010. El extesorero Bárcenas solicitó a Visa que le extendiera una tarjeta de crédito a nombre de Tesedul, la sociedad que controlaba las cuentas en Suiza. Visa consultó en sus bases de datos y detectó que Tesedul estaba siendo investigada en el caso Gürtel, por lo que decidió bloquear las cuentas de esta sociedad. Al mismo tiempo bloqueó también las cuentas de Granda Global, donde el testaferro Yáñez recibía las comisiones.

Según la declaración del hombre de paja y exempleado de la sociedad de valores JB Capital Partners, propiedad de Javier Botín, Bárcenas le pagó 1,2 millones de euros en concepto de comisión. Los intereses bancarios elevaron esta cantidad hasta los 1,32 millones de euros. Al presentar el Gobierno el proyecto de amnistía fiscal para defraudadores Yáñez quiso ponerse al día con la Hacienda Pública. Sin embargo, al estar bloquedas las cuentas de Granda Global, no podía acceder al dinero.

Según su propia declaración, para poder acogerse a la regularización, Yáñez solicitó a Bárcenas un préstamo por 132.000 euros —el 10% de lo que guardaba en las cuentas suizas—. Ambos socios formalizaron el contrato el 20 de septiembre de 2012. El Servicio de Prevención del Blanqueo del Banco de España (Sepblac) detectó una transferencia por 132.000 euros desde las cuentas que el propio Bárcenas abrió en Bankia para acogerse también a la amnistía fiscal.

En un momento del interrogatorio en el Juzgado Central de Instrucción número 5, el abogado del Estado preguntó a Yáñez por qué no denunció el supuesto origen ilícito de los fondos de Bárcenas en las entidades Dresdner Bank y Lombard Odier de Ginebra. El testaferro aseguró que desconocía que tuviera la obligación legal de dar parte a las autoridades bancarias, según fuentes jurídicas.

En la jornada de este viernes también prestó declaración como testigo Susana Mantecón, marchante de arte que aseguró no recordar las operaciones de venta de una serie de cuadros con los que Bárcenas quiso justificar sus ingresos en Suiza.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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