PSOE y PSC inician los contactos para revisar su relación

Dirigentes del PSOE y del PSC, el partido que representa a los socialistas en Cataluña desde hace 35 años, arrancan hoy los contactos —por el momento, solo telefónicos— para la negociación bilateral con la que pretenden "revisar" su protocolo de relaciones. La ronda de conversaciones, que podría prolongarse durante meses, es fruto de la crisis mayúscula que vivió el PSOE la semana pasada, cuando los 14 diputados del PSC en el Congreso decidieron saltarse por primera vez la disciplina de voto y apoyar una resolución de CIU e ICV a favor de la consulta soberanista en Cataluña.

Esa desobediencia se zanjó con multas económicas a los diputados díscolos y con la expulsión (formalmente, dimisión) del catalán José Zaragoza de la dirección del grupo parlamentario. Pero el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció entonces que, aunque no estaba sobre la mesa la ruptura con el PSC, sí se iban a "revisar" las condiciones de esa relación para buscar más "simetría" entre los dos partidos. En realidad, la decisión se había tomado unos días antes, cuando el primer secretario del PSC, Pere Navarro, pidió la abdicación del Rey sin consultarlo con Rubalcaba.

Con el protocolo de relaciones actual, el PSC está presente en la ejecutiva del PSOE, tiene voz y voto, decide sobre programas, políticas y candidatos, mientras que el PSOE no tiene ni voz ni voto en el PSC. Y el salto soberanista que han dado los socialistas catalanes en los últimos meses, abrazando el "derecho a decidir" de Cataluña, se ha producido, por tanto, sin que el PSOE pudiera hacer nada en contra.

Tras la imagen de división e indisciplina que se vivió el 26 de febrero en el Congreso, veteranos del PSOE como Alfonso Guerra y barones territoriales como los de Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón plantearon abiertamente la posibilidad de romper con el PSC y montar en Cataluña una federación socialista para poder defender un mismo discurso en toda España. No es esa, en absoluto, la intención de la ejecutiva federal, con Rubalcaba a la cabeza, que insiste en que mantener el vínculo PSOE-PSC es lo más conveniente, no solo para ambos partidos sino "para Cataluña y para el conjunto de España", en un momento de tensión territorial como el actual.

También desde el PSC hablan de "reconstruir puentes" y de dejar fijadas claramente las lealtades mutuas. "Esto se gestiona con calma y lo iremos concretando en un documento, pero también con mucha discreción y sin focos", ha explicado esta mañana un alto dirigente del PSC. "Hemos empezado a hablar, pero eso no quiere decir que hayamos entrado ya en el contenido", ha apostillado. En este sentido, ha recordado que si ambos partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en 14 meses para negociar un nuevo marco de relaciones que diera más autonomía a los diputados del PSC en el Congreso (algo que había aprobado el congreso del PSC de diciembre de 2011), ahora las cosas tampoco irán rápido. Y menos después de lo ocurrido en la votación del pasado martes. "Esto no se arregla montando una ponencia rápida que aprueba un documento en dos días".